/ miércoles 2 de marzo de 2022

Usuaria narra fraude a adulto mayor en banco de Puebla

La mujer resalta cómo el analfabetismo digital de los adultos mayores, hace que sean excluidos y se encuentren vulnerables

El analfabetismo digital suele ser una barrera para los adultos mayores a lo hora de enfrentarse día con día al mundo actual, así lo evidenció la usuaria de Twitter Gabriela Di Lauro a través de un hilo, mediante el que evidenció el fraude bancario del que fue víctima su padre entre 2019 y 2020 por no estar acostumbrado al manejo de un teléfono inteligente.

De acuerdo con la narración de quien se identifica en esta red social como @gabydilauro, fue el pasado primero de marzo cuando acudió a una sucursal de BBVA, aparentemente de Puebla pues su cuenta indica que radica en Cholula, para hacer el canje de su tarjeta bancaria.

El recoger el plástico con nuevos candados de seguridad, la hizo pensar en como todos estos procesos vulneran a las personas adultas mayores, ya que muchos son analfabetas digitales, por lo que decidió narrar la historia que vivió su padre hace un par de años.

Afirma que su padre, cuyo nombre no da a conocer, desde la llegada de las nuevas tecnologías, decidió no tener un teléfono inteligente. Foto: Captura de pantalla

Afirma que el hombre, cuyo nombre no da a conocer, desde la llegada de las nuevas tecnologías, decidió no tener un teléfono inteligente, ni contratar el servicio de internet en su casa, pero durante años contaba con una cuenta en esta misma institución bancaria, por lo que tras recibir una herencia no dudó en llevar el dinero a dicha compañía.

Al acercarse a la sucursal Angelópilis de BBVA, decidió diversificar su inversión, por lo que fue ayudado por un ejecutivo de cuenta, que hasta entonces era “de toda su confianza” y el cual se comprometió a ayudarle a realizar todo el proceso, tras lo que le entregó dos tarjetas de débito, pero le pidió guardarlas “muy bien”, además de que no las utilizara.

Para todo movimiento que necesitara hacer, el sujeto le indicó que lo viera directamente con él, por lo que incluso le compartió su número de teléfono celular.

Di Lauro señaló que pasó el tiempo y por desgracia su padre sufrió un fuerte accidente en noviembre del 2020. Foto: Captura de pantalla

UN ACCIDENTE PUSO EN EVIDENCIA EL FRAUDE DE UN EJECUTIVO DE BBVA

Di Lauro señaló que pasó el tiempo y por desgracia su padre sufrió un fuerte accidente en noviembre del 2020, por lo que el hombre pidió a su familia que se dirigieran con su ejecutivo de cuenta, pues él tenía la información necesaria para poder acceder al efectivo y poder subsanar la deuda con el nosocomio.

Al contactar al señalado, la mujer sólo recibió como respuesta que él no tenía nada referente al tema, además de que hacía ya tiempo que no trabajaba en la institución bancaria, por lo que de momento tuvieron que recurrir a un préstamo para liquidar la cuenta del hospital, pues el hombre de la tercera edad requería una cirugía.

Una vez que fue dado de alta el padre de Gabriela, su hermano decidió llevar al hombre a la sucursal Angelópolis de BBVA para que, mediante los recursos de su cuenta, fuera subsanada la suma que había sido solicitada ante el imprevisto, pero de momento sólo pudo sacar menos de lo que se requería, ya que el resto de la suma se encontraba a plazo fijo.

El tema no trascendió, hasta que meses después el hombre decidiera irse a una estancia para personas adultas mayores. Foto: Captura de pantalla

El tema no trascendió, hasta que meses después el hombre decidió irse a una estancia para personas adultas mayores, por lo que el hombre y su hijo de nueva cuenta acudieron al banco para hacer una sesión de derechos de la cuenta, momento en el que se percataron que de casi dos millones de pesos contaban con un déficit de menos ochocientos pesos.

Por lo que, tras solicitar la impresión de un estado de cuenta, se percataron de una serie de movimientos, entre los que se encontraban préstamos, retiros diarios y compras por motos exorbitantes en exclusivas tiendas.

Y es que las tarjetas que le habían sido entregadas al hombre por el entonces ejecutivo, no pertenecían a su cuenta, sino que eran la de la cuenta del propio ejecutivo y de otra mujer que en ese momento también trabajaba en el lugar, pero que al igual que el presunto estafador ya no laboraba ahí.

El joven cuestionó a la responsable de la sucursal sobre si no le había llamado la atención a la institución la serie de movimientos extraños en la cuenta. Foto: Captura de pantalla

“ÉL LO PERMITIÓ”, BBVA SE DESLINDA DE FRAUDE PERPETRADO POR SU EJECUTIVO

Sin comprender lo sucedido el hombre no supo que decir, por lo que el joven cuestionó a la responsable de la sucursal sobre si no le había llamado la atención a la institución la serie de movimientos extraños en la cuenta, ante lo que la mujer sólo respondió que estos siempre son notificados mediante la aplicación móvil del banco.

Aunado a ello, indicó que, si el hombre de la tercera edad no contaba con ella y por consiguiente no había hecho las aclaraciones correspondientes, no había mucho por hacer, además de que el ejecutivo no podía ser demandado por robo, debido a que, de manera indirecta, el titular de la cuenta le había permitido realizar los movimientos, al tener él la tarjeta.

De acuerdo con la narración, este fraude le habría tomado alrededor de un año al señalado, por lo que, debido a la avanzada edad de la víctima, le era imposible recordar nombres, fechas, montos, pues la tuitera afirma “apenas si sabe quién soy cuando me ve”.

La internauta reprocha que su padre se quedó sin el dinero con el que tenía previsto llevar una vida digna y de calidad durante sus últimos años de vida. Foto: Captura de pantalla

La internauta reprocha que su padre se quedó sin el dinero con el que tenía previsto llevar una vida digna y de calidad durante sus últimos años de vida, sin precisar si el hombre aún se cuenta con vida o cómo ha llevado su vida hasta ahora.

Di Lauro afirma tener el nombre del ejecutivo, la sucursal donde se dieron los hechos y su número de celular, pero este último ya no funciona, además de que no existe rastro del sujeto en internet.

Por su parte BBVA en redes sociales se limitó a pedirle a la mujer la ubicación de la sucursal a la cual había acudido su padre, a lo que la mujer molesta cuestionó si no habían leído su hilo de Twitter, posteriormente le piden más información.

La mujer afirma que no hubo reclamación formal porque la responsable de la sucursal dijo que no había evidencia de fraude. Foto: Captura de pantalla

Posteriormente el banco vuelve a solicitar la información que le haya sido brinda a la mujer en la sucursal, además de cuestionar si se le había otorgado un número de folio e incluso le recomienda “solo conversar con la cuenta verificada (palomita azul” a lo que ella responde que no hubo reclamación formal porque la responsable de la sucursal dijo que no había evidencia de fraude.

NUEVAS TECNOLOGÍAS OBSTACULIZAN LA INDEPENDENCIA DE LOS ADULTOS MAYORES

La mujer afirma que decidió compartir su historia, pese a que la padecieron en febrero del 2021, pues considera que, si bien los candados de seguridad que las instituciones bancarias brindan actualmente, ayudan a la prevención de fraudes cibernéticos, también son un obstáculo para la independencia de los adultos mayores e incluso los expone más.

Pues, tal y como le pasó a su padre, los propios trabajadores de las instituciones bancarias se pueden ofrecer a brindarles ayuda, para sólo perjudicarlos; señala que ya superó la rabia de lo sucedido, pero cuestiona que, si el sujeto esto hizo con una persona mayor de 70 años, con cuántas personas más no lo habría hecho.

Cuestiona que, si el sujeto esto hizo con una persona mayor de 70 años, con cuántas personas más no lo habría hecho. Foto: Captura de pantalla

Considera que, si bien los candados de seguridad que las instituciones bancarias brindan actualmente, ayudan a la prevención de fraudes cibernéticos, también son un obstáculo. Foto: Captura de pantalla

Finaliza su narración indicando que, tras recibir su nueva tarjeta agradece estar protegida, pero también piensa en todas aquellas personas que son excluidas de las actividades diarias por no tener teléfonos inteligentes, una app o incluso internet.

El analfabetismo digital suele ser una barrera para los adultos mayores a lo hora de enfrentarse día con día al mundo actual, así lo evidenció la usuaria de Twitter Gabriela Di Lauro a través de un hilo, mediante el que evidenció el fraude bancario del que fue víctima su padre entre 2019 y 2020 por no estar acostumbrado al manejo de un teléfono inteligente.

De acuerdo con la narración de quien se identifica en esta red social como @gabydilauro, fue el pasado primero de marzo cuando acudió a una sucursal de BBVA, aparentemente de Puebla pues su cuenta indica que radica en Cholula, para hacer el canje de su tarjeta bancaria.

El recoger el plástico con nuevos candados de seguridad, la hizo pensar en como todos estos procesos vulneran a las personas adultas mayores, ya que muchos son analfabetas digitales, por lo que decidió narrar la historia que vivió su padre hace un par de años.

Afirma que su padre, cuyo nombre no da a conocer, desde la llegada de las nuevas tecnologías, decidió no tener un teléfono inteligente. Foto: Captura de pantalla

Afirma que el hombre, cuyo nombre no da a conocer, desde la llegada de las nuevas tecnologías, decidió no tener un teléfono inteligente, ni contratar el servicio de internet en su casa, pero durante años contaba con una cuenta en esta misma institución bancaria, por lo que tras recibir una herencia no dudó en llevar el dinero a dicha compañía.

Al acercarse a la sucursal Angelópilis de BBVA, decidió diversificar su inversión, por lo que fue ayudado por un ejecutivo de cuenta, que hasta entonces era “de toda su confianza” y el cual se comprometió a ayudarle a realizar todo el proceso, tras lo que le entregó dos tarjetas de débito, pero le pidió guardarlas “muy bien”, además de que no las utilizara.

Para todo movimiento que necesitara hacer, el sujeto le indicó que lo viera directamente con él, por lo que incluso le compartió su número de teléfono celular.

Di Lauro señaló que pasó el tiempo y por desgracia su padre sufrió un fuerte accidente en noviembre del 2020. Foto: Captura de pantalla

UN ACCIDENTE PUSO EN EVIDENCIA EL FRAUDE DE UN EJECUTIVO DE BBVA

Di Lauro señaló que pasó el tiempo y por desgracia su padre sufrió un fuerte accidente en noviembre del 2020, por lo que el hombre pidió a su familia que se dirigieran con su ejecutivo de cuenta, pues él tenía la información necesaria para poder acceder al efectivo y poder subsanar la deuda con el nosocomio.

Al contactar al señalado, la mujer sólo recibió como respuesta que él no tenía nada referente al tema, además de que hacía ya tiempo que no trabajaba en la institución bancaria, por lo que de momento tuvieron que recurrir a un préstamo para liquidar la cuenta del hospital, pues el hombre de la tercera edad requería una cirugía.

Una vez que fue dado de alta el padre de Gabriela, su hermano decidió llevar al hombre a la sucursal Angelópolis de BBVA para que, mediante los recursos de su cuenta, fuera subsanada la suma que había sido solicitada ante el imprevisto, pero de momento sólo pudo sacar menos de lo que se requería, ya que el resto de la suma se encontraba a plazo fijo.

El tema no trascendió, hasta que meses después el hombre decidiera irse a una estancia para personas adultas mayores. Foto: Captura de pantalla

El tema no trascendió, hasta que meses después el hombre decidió irse a una estancia para personas adultas mayores, por lo que el hombre y su hijo de nueva cuenta acudieron al banco para hacer una sesión de derechos de la cuenta, momento en el que se percataron que de casi dos millones de pesos contaban con un déficit de menos ochocientos pesos.

Por lo que, tras solicitar la impresión de un estado de cuenta, se percataron de una serie de movimientos, entre los que se encontraban préstamos, retiros diarios y compras por motos exorbitantes en exclusivas tiendas.

Y es que las tarjetas que le habían sido entregadas al hombre por el entonces ejecutivo, no pertenecían a su cuenta, sino que eran la de la cuenta del propio ejecutivo y de otra mujer que en ese momento también trabajaba en el lugar, pero que al igual que el presunto estafador ya no laboraba ahí.

El joven cuestionó a la responsable de la sucursal sobre si no le había llamado la atención a la institución la serie de movimientos extraños en la cuenta. Foto: Captura de pantalla

“ÉL LO PERMITIÓ”, BBVA SE DESLINDA DE FRAUDE PERPETRADO POR SU EJECUTIVO

Sin comprender lo sucedido el hombre no supo que decir, por lo que el joven cuestionó a la responsable de la sucursal sobre si no le había llamado la atención a la institución la serie de movimientos extraños en la cuenta, ante lo que la mujer sólo respondió que estos siempre son notificados mediante la aplicación móvil del banco.

Aunado a ello, indicó que, si el hombre de la tercera edad no contaba con ella y por consiguiente no había hecho las aclaraciones correspondientes, no había mucho por hacer, además de que el ejecutivo no podía ser demandado por robo, debido a que, de manera indirecta, el titular de la cuenta le había permitido realizar los movimientos, al tener él la tarjeta.

De acuerdo con la narración, este fraude le habría tomado alrededor de un año al señalado, por lo que, debido a la avanzada edad de la víctima, le era imposible recordar nombres, fechas, montos, pues la tuitera afirma “apenas si sabe quién soy cuando me ve”.

La internauta reprocha que su padre se quedó sin el dinero con el que tenía previsto llevar una vida digna y de calidad durante sus últimos años de vida. Foto: Captura de pantalla

La internauta reprocha que su padre se quedó sin el dinero con el que tenía previsto llevar una vida digna y de calidad durante sus últimos años de vida, sin precisar si el hombre aún se cuenta con vida o cómo ha llevado su vida hasta ahora.

Di Lauro afirma tener el nombre del ejecutivo, la sucursal donde se dieron los hechos y su número de celular, pero este último ya no funciona, además de que no existe rastro del sujeto en internet.

Por su parte BBVA en redes sociales se limitó a pedirle a la mujer la ubicación de la sucursal a la cual había acudido su padre, a lo que la mujer molesta cuestionó si no habían leído su hilo de Twitter, posteriormente le piden más información.

La mujer afirma que no hubo reclamación formal porque la responsable de la sucursal dijo que no había evidencia de fraude. Foto: Captura de pantalla

Posteriormente el banco vuelve a solicitar la información que le haya sido brinda a la mujer en la sucursal, además de cuestionar si se le había otorgado un número de folio e incluso le recomienda “solo conversar con la cuenta verificada (palomita azul” a lo que ella responde que no hubo reclamación formal porque la responsable de la sucursal dijo que no había evidencia de fraude.

NUEVAS TECNOLOGÍAS OBSTACULIZAN LA INDEPENDENCIA DE LOS ADULTOS MAYORES

La mujer afirma que decidió compartir su historia, pese a que la padecieron en febrero del 2021, pues considera que, si bien los candados de seguridad que las instituciones bancarias brindan actualmente, ayudan a la prevención de fraudes cibernéticos, también son un obstáculo para la independencia de los adultos mayores e incluso los expone más.

Pues, tal y como le pasó a su padre, los propios trabajadores de las instituciones bancarias se pueden ofrecer a brindarles ayuda, para sólo perjudicarlos; señala que ya superó la rabia de lo sucedido, pero cuestiona que, si el sujeto esto hizo con una persona mayor de 70 años, con cuántas personas más no lo habría hecho.

Cuestiona que, si el sujeto esto hizo con una persona mayor de 70 años, con cuántas personas más no lo habría hecho. Foto: Captura de pantalla

Considera que, si bien los candados de seguridad que las instituciones bancarias brindan actualmente, ayudan a la prevención de fraudes cibernéticos, también son un obstáculo. Foto: Captura de pantalla

Finaliza su narración indicando que, tras recibir su nueva tarjeta agradece estar protegida, pero también piensa en todas aquellas personas que son excluidas de las actividades diarias por no tener teléfonos inteligentes, una app o incluso internet.

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