Aunque a lo largo del tiempo el dólar estadounidense ha fungido como la moneda base de otros tipos de cambio en el mundo, los diversos cambios en la economía internacional y el fortalecimiento de otras economías ha provocado que la estadounidense comience a ser desplazada para el uso de reservas, así lo informó recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este efecto ha cobrado fuerza en las últimas dos décadas debido a que la deuda internacional y los empréstitos no bancarios han superado la cantidad monetaria de Estados Unidos, por lo que los bancos centrales yo ha están manteniendo reservas en esta moneda; de acuerdo al reporte publicado recientemente cayó por debajo del 59% en el último trimestre del año pasado.
Uno de los principales cambios se dio en las reservas de divisas del Banco de Israel, que anunció recientemente una nueva estrategia para sus más de 200 mil millones de reservas, que consistirán en reducir la proporción de dólares estadounidenses y aumentar las asignaciones del dólar australiano, el dólar canadiense, el renmimbi chino y el yen japonés.
Pese a estas condiciones, esta caída no ha venido acompañado de aumentos en las proporciones de las otras monedas de reserva tradicionales como el euro, el yen y la libra esterlina, no así en el caso de las reservas mantenidas en renmimbis, aunque su incremento solo representa una cuarta parte de la disminución de las reservas mantenidas en dólares en los últimos años.
Ei informe del FMI también indica que sólo Rusia ha mantenido casi una tercera parte de las reservas mundiales en renmimbis, mientras que las monedas de economías más pequeñas que no han figurado tradicionalmente de manera prominente como el dólar australiano, el dólar canadiense, la corona sueca y el won surcoreano, representan las tres cuartas partes de la transición.
¿QUÉ FACTORES HAN IMPULSADO LA TRANSICIÓN ENTRE MONEDAS?
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, existen dos factores principales que pueden estar apoyando la transición de las monedas de reserva, una es que estas monedas combinan rendimientos más elevados con una volatilidad relativamente menor, por lo que atraen cada vez más a los gestores de reservas de los bancos centrales conforme aumentan las tenencias.
Por otra parte las nuevas tecnologías financieras como la creación automática de mercados y los sistemas automatizados de gestión de la liquidez, hacen que se reduzcan los costos y sea más fácil la negociación de monedas en economías más pequeñas, incluso en algunos casos los emisores de estas monedas también tienen líneas de swap bilaterales con la Reserva Federal.
Esto a su vez hace que exista confianza en que el valor de estas monedas mantendrán su valor en relación con el dólar, sumado a que las monedas no tradicionales tienden a fluctuar, además de que son emitidas por países con cuentas de capital abiertas y trayectorias de políticas sólidas y estables, lo que genera estabilidad de la economía.