Con una tasa anual de intereses entre el 4 y el 10 por ciento máximo, el gobierno local comenzó a gestionar una cartera de más de 10.3 millones de pesos en créditos a emprendedores, pequeños empresarios e incluso informales, agobiados por la pandemia del Covid-19, informó Antonio Cervantes, responsable de la coordinación de ese esquema en la Comuna.
La propuesta, sostuvo, tiene un par de objetivos: “reactivar la economía local y rescatar algunos establecimientos” prácticamente en el limbo, tras el confinamiento y la nueva realidad post-coronavirus.
“Es un hecho: más de 10 millones de pesos requieren, según sus cálculos, representantes de ese sector para literalmente echar a andar sus negocios y salvarlos de desaparecer”, abundó.
De esa cantidad, el mayor porcentaje de solicitudes es de grupos informales con deseos de acceder a capitales y a dinero líquido. “La cifra anterior de los 10.3 millones de pesos equivale a un total de 156 solicitudes hechas ante la autoridad”, sostuvo.
“De esa cifra, 62 corresponden a empresarios formales, 64 a informales y 30 a pequeños emprendedores. Y en total requieren de 10 millones 305 mil pesos para poner a trabajar el negocio”, asumió.
Los formales, agregó, tienen en cartera solicitudes por 6 millones 575 mil pesos; mientras los informales alcanzan los 2 millones 421 mil pesos. Ya los emprendedores un millón 309 mil pesos.
Otro dato revelador es el siguiente: de los 10.3 millones ya pedidos a la banca, 8 millones 628 mil pesos estarían destinados al sector terciario, es decir, el comercio y los servicios. Un millón 185 mil al campo y finalmente 472 mil pesos a la industria.
CIERRAN DEFINITIVAMENTE
Un número aproximado de 12 establecimientos locales, según datos confirmados, no únicamente bajaron las cortinas, también desaparecieron.
Por ejemplo, en la última semana tres locales dejaron de funcionar para el público consecuencia de la secuela económica del Coronavirus.
El primero una escuela. “Con tristeza estoy viendo en estos momentos como están sacando las cosas y mobiliario de lo que era la universidad infantil, ubicada frente a la iglesia de San Félix, es una guardería”, dieron a conocer testigos.
Está descartado que se trate de un cambio de domicilio. “Es otro negocio que está muriendo por la pandemia”, acortó. Y los otros dos son un restaurante de alimentos coreanos y mexicanos frente al zócalo y una zapatería, abierta apenas en diciembre pasado, ubicada a unos cuantos pasos del corazón de la ciudad.
