Del mes de enero de 2020 a la fecha el precio del gas LP en empresas como Gas Uno tuvo un aumento del 17.4 por ciento, pues pasó de 401.40 pesos el cilindro de 20 kilos a 485.80 pesos, situación que impactó en la economía de las amas de casa, comerciantes y operadores del transporte público, por lo que se vieron en la necesidad de recargar sus tanques en estaciones de servicio donde si bien el valor no es más barato debido a que rellenar un cilindro de 20 kilos –equivalente a 37 litros- costaría 481 pesos, pueden recargarlo con hasta 50 pesos o más según lo permita su bolsillo.
Ante esta situación, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) investiga a las gaseras por su probable responsabilidad en prácticas monopólicas que apuntan a que se pusieron de acuerdo para manipular los precios o repartirse el mercado para distribuir y vender el combustible que consumen casi ocho de cada 10 hogares mexicanos.
Dentro de los afectados se encuentran Guadalupe Vargas y Eduardo Ramírez, ama de casa y comerciante, quienes en los últimos meses han decidido llevar su cilindro hasta la estación más cercana para recargarlo, pues es más económico que desembolsar casi 500 pesos en los carros repartidores.
Eduardo vive cerca de la Gasera Satélite en la 14 oriente y en los últimos meses se ha vuelto rutina llevar su tanque en su auto para recargarlo; mientras que Guadalupe usa un taxi para llevar su cilindro, pues aunque no tiene coche, aun así le sale más barato que comprarlo con los gaseros que pasan por su colonia.
“Aunque tenga que cargar traigo mi tanque para rellenarlo porque me sale más barato y con la pandemia lo que queremos es economizar. (…) Ha subido mucho el gas y por eso ya no lo compro en el carro porque me sale más caro”, fueron sus cometarios.
BATALLAMOS CON EL GAS Y NO HAY PASAJE
Otro sector afectado por el incremento del gas son los operadores del transporte público, que aunque dan las mismas vueltas el número de pasajeros es mínimo por la contingencia sanitaria.
Juan Carlos Abad Lima desde las 5 de la mañana enciende su combi para iniciar su jornada laboral y espera tener muchos pasajeros, pues eso se traduce en ingresos y mejores ganancias, ya que diariamente debe entregar una tarifa a su patrón, sacar para el gas y quedarse con una ganancia.
“La estamos pasando muy duro porque el gas va subiendo y ya solo sacamos para ir comiendo. (…) Cargo 50 litros diarios y más la cuenta nos queda una baba porque aún recuerdo que antes llenaba el transporte con 300 o 350 pesos”, detalló.
Rubén Pérez ha sido operador de la Ruta 41 por cinco años y hasta antes de la pandemia cargaba 100 litros al día que implicaba un gasto de 800 pesos para llenar su tanque, sin embargo, ante el incremento de este combustible, hoy se ve obligado a destinar mil pesos.
El panorama sería otro si el número de pasajeros fuera abundante, pero el homeoffice y homeschool afecta sus ingresos y en consecuencia sus ganancias.
“Le tenemos que estar batallando porque sin pasaje, sacar la cuenta y el gas no nos estamos llevando nada, estamos trabajando de gratis. Pasaje no tenemos por la pandemia y cuesta sacar 100 litros de gas pese a que nos dan descuentos, porque para generar los gastos fijos debemos sacar 1600 pesos, cuando bien me va saco 100 o 150 al día, antes de la pandemia ganábamos unos 500 pesos”.
Casi en igualdad de condiciones está Eduardo Morales, conductor, quien destina mil pesos al día para cargar combustible a su microbús.
“Salimos casi a mano porque llevo a casa por mucho 150 y antes eran hasta 600. Son muchas las horas que trabajamos y no nos llevamos lo justo, trabajamos solo para comer, me siento muy mal por la situación y tenemos muchos problemas en casa por la falta de dinero”.