La pandemia del SARS-Cov-2 alcanzó también crisis financiera en las librerías de Puebla, con caídas de venta que oscilan entre el 25 a 90 por ciento, y aunque los representantes del sector mantienen la incertidumbre en los próximos meses, confían que las ventas de libros escolares, que avanzan lentamente, mejoren el panorama económico de la industria.
Para los dueños de la Librería “El León”, la pandemia acrecentó las dificultades financieras en la venta de diversos volúmenes, el cual al igual que en “Porrúa” y “Winbook”, las bajas ventas aceleraron el modelo de promoción en redes sociales para generar ingresos.
A mediados de agosto, con la apertura económica a nivel estatal y con el atípico regreso a clases, hay una esperanza en el aumento de demanda de material escolar en los volúmenes de niños de preescolar hasta los especializados universitarios.
“El negocio del libro antes de la pandemia ya tenía un cierto grado de crisis, ahora, con esto, se ha incrementado. No hay venta de textos, es muy poco y nuestras ventas se han caído a la cuarta parte de lo que vendíamos formalmente. Nos ha ido mal, muy mal”, refiere, José León, dueño de la librería “El León”.
La incertidumbre se mantiene porque en diversas escuelas públicas y privadas dejaron de pedir los libros de texto de matemáticas, así como español. La venta en este negocio alcanza el 25 por ciento, un hecho histórico en 55 años de existencia de este establecimiento ubicado en la esquina de la calle 3 Poniente 318.
“Aumentaron las ventas a domicilios y en envíos con diversas empresas, pero el crecimiento no es significativo. En números no se ve cambio (…) no sabemos qué va a pasar”, dijo al decir que el panorama es complicado, pero seguirán trabajando.
Juan David Pedraza, representante en Puebla de la Librería “Porrúa” coincidió en que se mantienen optimista y han ofertado descuentos, ventas en línea, puntos de regalías, entre otras estrategias para mejorar las ventas.
“Tenemos ofertas atípicas como la venta de libros de 29 pesos, recomendaciones por mes, realizamos ventas en línea, envíos a domicilio”, dijo al mostrar que en la atención personalizada de la sucursal de avenida Reforma, está apegada a los protocolos sanitarios.
Entre las promociones, destacó que los diccionarios tienen un descuento de 25 por ciento y en las ediciones de Macmillan una baja de 15 por ciento.
Tanto en “León” como “Porrúa” refirieron la venta escolar con mayor presencia son para niños en nivel preescolar, después primaria y carrera profesional. “Porrúa” tiene una especialidad en Derecho, cuya librería se encuentra en la Casa de Justicia de la capital.
La dirección de Porrúa en México informó que el panorama no es nada bueno, según estudios de la industria, al principio de la pandemia, las ventas se desplomaron en un 80 por ciento y posteriormente se recuperó en un 30 por ciento.
La empresa compartió a El Sol de Puebla un análisis de la compañía Nielsen, experta en medición, en la que reporta que, en promedio, toda la industria ha tenido una baja del 60 por ciento.
MAYORISTAS CAEN 90%
Juan Hernández, representante de “Winbook”, una librería de mayoreo reportó caída de ingresos de hasta el 90 por ciento y días en el que el negocio de la 3 Sur 305 luce totalmente vacía por la falta de clientes.
“En este momento, estamos buscando que se venda material escolar, estamos apostando por lo que nosotros llamamos “Colorearte”, que es para nivel preescolar y primaria, lo de secundaria se vende poco, esperamos que se venda pronto. Desde que empezó la pandemia las ventas bajaron mucho, luego se anunció la nueva normalidad y vimos que no se aumentó en clientes ni en nada”.
Las publicaciones en Facebook de los libros escolares y algunas guías para aprender las tablas de multiplicar, sumar, restar y otros ejercicios han motivado que lleguen algunos clientes, debido a que no realizan envíos a domicilios, ya que este negocio sólo tiene dos trabajadores.
“Estamos dando 20 por ciento de descuentos y como la cadena lo permite, damos material por mayoreo a un menor costo. Nuestros clientes van a revender a otros puntos de la ciudad, pero tenemos como 20 clientes por semana, muy muy bajo”.
Los negocios adecuaron sus instalaciones para mantener la distancia, proporcionan gel antibacterial, y miden la temperatura; todos, dueños y representantes, apuestan por la atención al cliente y viven una esperanza para que los próximos meses, los ingresos sean mejores.
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