Entre las cerca de 18 fábricas de mayor o menor instalación que se encuentran ubicadas en la ciudad de Puebla y su zona metropolitana, El Sol de Puebla platicó con Celestino López Santiago, propietario de una pequeña fábrica de ataúdes surgida hace 16 años y ubicada al sur de la ciudad y quien reconoció que la demanda de construcción de féretros desde la época del Coronavirus incrementó más del 50% por lo que trabajan a marchas forzadas para satisfacer los pedidos que varias agencias funerarias les solicitan.
Señaló que con el apoyo de su esposa y sus tres hijos, al paso del tiempo el negocio ha crecido a tal grado que actualmente son 6 las personas que trabajan en la fábrica ya que la producción de ataúdes ha crecido, en tiempos normales el máximo de producción de cajas para difuntos era de 6 y ahora por lo que se vive de la pandemia del Covid-19 tuvieron que aumentar la producción hasta 12 en un día, de lunes a sábado.
“Por la contingencia que vivimos nosotros llegamos apenas a la meta de 12 ataúdes por día, sin embargo, surgen otros imponderables como la escasez de ciertos materiales, ejemplo las imágenes que ocupamos para el interior del ataúd, ya no hay, por lo regular colocamos imágenes de la Virgen de Guadalupe o San Judas Tadeo, pero ya están agotados porque también se utilizan para otros motivos y debemos de colocar de otros Santos para cumplir con la producción”, además de que otros establecimientos donde habitualmente se surtían de material se encuentran cerrados y es un obstáculo que dificulta la fabricación diaria deseada.
Pese a ser una fábrica pequeña, la eficiencia y cuidados en la fabricación de féretros ha provocado que sus entregas no solo se remitan a agencias funerarias de la Ciudad de Puebla y su zona metropolitana, también, la demanda ha crecido a tal grado de enviar ataúdes a Tlaxcala, Morelos y Veracruz.
“Desafortunadamente por la situación crítica que se vive, se han aumentado las solicitudes ya que los fallecidos continúan y algunas agencias funerarias antes nos solicitaban no más de cuatro féretros, ahora nos piden hasta 10 por día, es lo que ha crecido en cuanto a la demanda diaria y eso es alarmante”, acotó.
Indicó que el crecimiento de su fábrica no ha sido sencilla, pero el convertirla en un negocio familiar ha ayudado para continuar creciendo.
“En esta colonia empezamos desde hace 16 años, nos independizamos para fabricar nuestros propios ataúdes, empezamos fabricando ataúdes económicos, pequeños, una producción máxima de 3 al día en los primeros años”, dijo.
Finalmente, sin dar precios, señaló que construyen hasta 7 féretros de modelos distintos con precios que van desde el más económico hasta aquellos que están hechos con materiales de mayor calidad para adultos y niños, reconociendo que pese a lo que se pudiera pensar, el costo de venta de ataúdes por parte de quienes las fabrican hacia las agencias funerarias no ha incrementado pese a la contingencia.
