/ miércoles 4 de mayo de 2022

Precio del aguacate alcanza su máximo histórico en Puebla

En una tercera parte de mercados poblanos, el precio del aguacate alcanza hasta los 120 pesos

El incremento en el precio del aguacate alcanzó su punto máximo histórico, superando incluso la barrera de los 100 pesos por kilo. Ante esta desafiante realidad, vendedores poblanos comienzan a resentir las pocas ventas, mientras que los consumidores ya sustituyen este alimento por opciones más económicas, pero incomparables. De enero a mayo de 2022, el costo de esta fruta se incrementó en poco más del 160 por ciento.

De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía federal, a inicios de año, el aguacate Hass se vendió hasta en 46 pesos el kilo, y posteriormente en abril, su precio alcanzó los 60 pesos por la misma cantidad. La realidad actual está muy lejos de esas cifras, pues al menos tres decenas de locatarios en una tercia de mercados poblanos venden ese producto hasta en 120 pesos por los mismos mil gramos.

El Sol de Puebla realizó una visita a 30 comercios de frutas y verduras en tres puntos distintos de la capital poblana: la Central de Abastos, el Mercado Zapata y el Mercado Carmén Serdán “La Acocota”. En todos ellos, se constató que el precio de esta tradicional fruta e ingrediente predilecto de la gastronomía mexicana se vende en un rango de 110 a 120 pesos el kilo.

AGUACATE SE ENCARECE

Jonathan es uno de los bodegueros de la Central de Abastos, quien se especializa en la venta de aguacates desde hace más de ocho años en Puebla capital. En entrevista con esta casa editorial, relató que el encarecimiento del precio de este alimento está empezando a afectar sus ingresos: “Ahora me compran 50 por ciento menos, este ha sido el [precio] más caro en ocho años (...). [Ahora] compro cinco toneladas por semana, cuando antes eran 15 o [hasta] 20”.

Apuntó que la última cosecha anual de aguacate está concluyendo, por lo que los próximos ejemplares frescos se recogerán hasta agosto y septiembre. Por esta razón se genera un incremento en la demanda y una disminución en la oferta. Esto únicamente contemplando la accesibilidad del producto a los mismos vendedores, pues a parte de ello, los costos de transportación siguen incrementando con consecuencias directas para los consumidores.

El comerciante detalló que sus aguacates, originarios de Uruapan, Michoacán, son trasladados a Puebla vía terrestre. Hasta hace un año, el flete tenía un costo de aproximadamente 12 mil pesos, hoy en día, el costo se elevó a los casi 24 mil pesos, por 15 toneladas. Aunado a ello, los costos del peaje y combustible siguen en aumento, alcanzando un incremento de hasta el 100 por ciento, respecto a dos años atrás.

Al respecto, refirió que otra de las grandes problemáticas que enfrenta el sector es el robo de mercancías. Por esta razón, los chóferes evitan tomar las rutas federales, pues en distintas partes del camino a Michoacán, especialmente las que atraviesan el Estado de México, se convierten en focos de la delincuencia. Agregó que Puebla no se aparta de esa incidencia, pues en municipios como Huixcolotla y Acatzingo, los criminales encontraron un lugar para acechar a los aguacateros que por ahí pasan.

La gente ha tenido que consumir otros productos ante el aumento del precio aguacate. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

INCREMENTO OBEDECE A LA DEMANDA FORÁNEA

Este medio consultó a Guillermo Barragán, licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y reportero especializado en la fuente financiera. Refirió que el incremento en los costos de este emblemático alimento usualmente tiene su cauce en el aumento de la demanda mundial del mismo.

“Muy buena parte del aguacate se exporta a Estados Unidos, entonces, tienes que ver la demanda global en realidad. A diferencia de otros perecederos (...), la demanda mundial afecta [incluso] más que la demanda local”, expuso.

Abundó en que son diversos factores propios del desarrollo y naturalidad de la fruta, los que juegan un papel fundamental en su comercialización a gran escala. A propósito del término de la temporada del aguacate, los pocos que quedan son mayoritariamente acaparados por los mercados estadounidenses y europeos.

Por esta razón, hizo hincapié en que más allá de que pudiera existir una demanda en el país, el desbalance de los precios se debe principalmente al aumento en la necesidad de tener este alimento en otros lugares del mundo, principalmente en Estados Unidos y Europa.

“No es que sea mayor la demanda [local], es simplemente que hay más demanda a nivel mundial. Entonces, un producto que antes se consumía principalmente aquí y en algunos lugares en los que era una exportación principalmente exótica, ahora es algo que (...) no se puede producir tan fácilmente o que toma tiempo porque son árboles frutales y [necesitan] tiempo y además el clima, [entre otros elementos]”

"CAMBIAMOS AGUACATE POR SALSA VERDE"

Karla y José son dos jóvenes habitantes de la ciudad de Puebla, quienes acudieron al Mercado Zapata por su ración semanal de aguacate Hass. Atónita tras escuchar el precio de su fruta favorita, Karla reiteró al vendedor por el costo del mismo “¿Cuánto?”, repitió.

Posterior a evidenciar la escena en la que la joven poblana pagó cerca de 40 pesos por apenas tres aguacates pequeños, este medio se acercó para conocer su opinión ante el incremento sustancial del producto.

Sorprendida, dijo que esta situación provocó que este alimento aparezca cada vez más con menos frecuencia en su mesa, pues considera que “uno se adapta a los precios”. En el pasado, su despensa semanal incluía aguacates para dos o tres días, ahora lo hace cada dos semanas.

Compartió que deshacerse de este alimento no es cosa sencilla, por lo que el aumento en su precio es verdaderamente una situación poco cómoda para su familia: “Se siente parte de la comida (...), pero ahora tenemos que pellizcar los gastos (...) [y] ahora mejor lo cambiamos por salsa verde”.

Por su parte, José lamentó que la condición económica que actualmente prevalece en la entidad sea la causante de ponerlo en una disyuntiva, pues ante la realidad actual ha intercambiado el aguacate por otros productos de mayor necesidad: “Uno se acostumbra a que vas al refri y ves un aguacatito y te lo comes (...), [pero] hoy vamos a dejar de comer aguacate un tiempo”.

Quien se unió a esa preocupación fue Leticia Castillo, una mujer que acudió a ese mercado para adquirir los alimentos necesarios para ella y su esposo. Posterior a su compra, explicó a El Sol de Puebla que la situación económica es casi insostenible en su hogar: “Todo subió mucho, todo el mercado está caro (...). Afortunadamente Dios nos da trabajo a mi y a mi esposo, pero dejamos de comprar otras cosas para poder comer [aguacates]”.

Comerciantes denunciaron que los clientes no entienden que el aumento del precio no depende de ellos. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

AUMENTO IMPACTA LOS BOLSILLOS POR IGUAL

Finalmente, Noé es uno de los principales vendedores de este producto en el Mercado Zapata. Explicó que la actual crisis le ha costado la pérdida de algunos clientes, pues muchos dejaron de comprar el producto por kilo y empezaron a hacerlo por pieza.

Lo anterior sólo en el mejor de los casos, pues muchos ni siquiera compran uno solo. Respecto al mes anterior, el comerciante hoy vende el 30 por ciento menos de lo que solía hacer y además, afirma que muchas personas no logran entender que el incremento está fuera de su alcance: “La gente tiene la idea que es uno quien le sube (...), pero en realidad son los términos de cosecha y la escasez de la fruta”.

El incremento en el precio del aguacate alcanzó su punto máximo histórico, superando incluso la barrera de los 100 pesos por kilo. Ante esta desafiante realidad, vendedores poblanos comienzan a resentir las pocas ventas, mientras que los consumidores ya sustituyen este alimento por opciones más económicas, pero incomparables. De enero a mayo de 2022, el costo de esta fruta se incrementó en poco más del 160 por ciento.

De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía federal, a inicios de año, el aguacate Hass se vendió hasta en 46 pesos el kilo, y posteriormente en abril, su precio alcanzó los 60 pesos por la misma cantidad. La realidad actual está muy lejos de esas cifras, pues al menos tres decenas de locatarios en una tercia de mercados poblanos venden ese producto hasta en 120 pesos por los mismos mil gramos.

El Sol de Puebla realizó una visita a 30 comercios de frutas y verduras en tres puntos distintos de la capital poblana: la Central de Abastos, el Mercado Zapata y el Mercado Carmén Serdán “La Acocota”. En todos ellos, se constató que el precio de esta tradicional fruta e ingrediente predilecto de la gastronomía mexicana se vende en un rango de 110 a 120 pesos el kilo.

AGUACATE SE ENCARECE

Jonathan es uno de los bodegueros de la Central de Abastos, quien se especializa en la venta de aguacates desde hace más de ocho años en Puebla capital. En entrevista con esta casa editorial, relató que el encarecimiento del precio de este alimento está empezando a afectar sus ingresos: “Ahora me compran 50 por ciento menos, este ha sido el [precio] más caro en ocho años (...). [Ahora] compro cinco toneladas por semana, cuando antes eran 15 o [hasta] 20”.

Apuntó que la última cosecha anual de aguacate está concluyendo, por lo que los próximos ejemplares frescos se recogerán hasta agosto y septiembre. Por esta razón se genera un incremento en la demanda y una disminución en la oferta. Esto únicamente contemplando la accesibilidad del producto a los mismos vendedores, pues a parte de ello, los costos de transportación siguen incrementando con consecuencias directas para los consumidores.

El comerciante detalló que sus aguacates, originarios de Uruapan, Michoacán, son trasladados a Puebla vía terrestre. Hasta hace un año, el flete tenía un costo de aproximadamente 12 mil pesos, hoy en día, el costo se elevó a los casi 24 mil pesos, por 15 toneladas. Aunado a ello, los costos del peaje y combustible siguen en aumento, alcanzando un incremento de hasta el 100 por ciento, respecto a dos años atrás.

Al respecto, refirió que otra de las grandes problemáticas que enfrenta el sector es el robo de mercancías. Por esta razón, los chóferes evitan tomar las rutas federales, pues en distintas partes del camino a Michoacán, especialmente las que atraviesan el Estado de México, se convierten en focos de la delincuencia. Agregó que Puebla no se aparta de esa incidencia, pues en municipios como Huixcolotla y Acatzingo, los criminales encontraron un lugar para acechar a los aguacateros que por ahí pasan.

La gente ha tenido que consumir otros productos ante el aumento del precio aguacate. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

INCREMENTO OBEDECE A LA DEMANDA FORÁNEA

Este medio consultó a Guillermo Barragán, licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y reportero especializado en la fuente financiera. Refirió que el incremento en los costos de este emblemático alimento usualmente tiene su cauce en el aumento de la demanda mundial del mismo.

“Muy buena parte del aguacate se exporta a Estados Unidos, entonces, tienes que ver la demanda global en realidad. A diferencia de otros perecederos (...), la demanda mundial afecta [incluso] más que la demanda local”, expuso.

Abundó en que son diversos factores propios del desarrollo y naturalidad de la fruta, los que juegan un papel fundamental en su comercialización a gran escala. A propósito del término de la temporada del aguacate, los pocos que quedan son mayoritariamente acaparados por los mercados estadounidenses y europeos.

Por esta razón, hizo hincapié en que más allá de que pudiera existir una demanda en el país, el desbalance de los precios se debe principalmente al aumento en la necesidad de tener este alimento en otros lugares del mundo, principalmente en Estados Unidos y Europa.

“No es que sea mayor la demanda [local], es simplemente que hay más demanda a nivel mundial. Entonces, un producto que antes se consumía principalmente aquí y en algunos lugares en los que era una exportación principalmente exótica, ahora es algo que (...) no se puede producir tan fácilmente o que toma tiempo porque son árboles frutales y [necesitan] tiempo y además el clima, [entre otros elementos]”

"CAMBIAMOS AGUACATE POR SALSA VERDE"

Karla y José son dos jóvenes habitantes de la ciudad de Puebla, quienes acudieron al Mercado Zapata por su ración semanal de aguacate Hass. Atónita tras escuchar el precio de su fruta favorita, Karla reiteró al vendedor por el costo del mismo “¿Cuánto?”, repitió.

Posterior a evidenciar la escena en la que la joven poblana pagó cerca de 40 pesos por apenas tres aguacates pequeños, este medio se acercó para conocer su opinión ante el incremento sustancial del producto.

Sorprendida, dijo que esta situación provocó que este alimento aparezca cada vez más con menos frecuencia en su mesa, pues considera que “uno se adapta a los precios”. En el pasado, su despensa semanal incluía aguacates para dos o tres días, ahora lo hace cada dos semanas.

Compartió que deshacerse de este alimento no es cosa sencilla, por lo que el aumento en su precio es verdaderamente una situación poco cómoda para su familia: “Se siente parte de la comida (...), pero ahora tenemos que pellizcar los gastos (...) [y] ahora mejor lo cambiamos por salsa verde”.

Por su parte, José lamentó que la condición económica que actualmente prevalece en la entidad sea la causante de ponerlo en una disyuntiva, pues ante la realidad actual ha intercambiado el aguacate por otros productos de mayor necesidad: “Uno se acostumbra a que vas al refri y ves un aguacatito y te lo comes (...), [pero] hoy vamos a dejar de comer aguacate un tiempo”.

Quien se unió a esa preocupación fue Leticia Castillo, una mujer que acudió a ese mercado para adquirir los alimentos necesarios para ella y su esposo. Posterior a su compra, explicó a El Sol de Puebla que la situación económica es casi insostenible en su hogar: “Todo subió mucho, todo el mercado está caro (...). Afortunadamente Dios nos da trabajo a mi y a mi esposo, pero dejamos de comprar otras cosas para poder comer [aguacates]”.

Comerciantes denunciaron que los clientes no entienden que el aumento del precio no depende de ellos. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

AUMENTO IMPACTA LOS BOLSILLOS POR IGUAL

Finalmente, Noé es uno de los principales vendedores de este producto en el Mercado Zapata. Explicó que la actual crisis le ha costado la pérdida de algunos clientes, pues muchos dejaron de comprar el producto por kilo y empezaron a hacerlo por pieza.

Lo anterior sólo en el mejor de los casos, pues muchos ni siquiera compran uno solo. Respecto al mes anterior, el comerciante hoy vende el 30 por ciento menos de lo que solía hacer y además, afirma que muchas personas no logran entender que el incremento está fuera de su alcance: “La gente tiene la idea que es uno quien le sube (...), pero en realidad son los términos de cosecha y la escasez de la fruta”.

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