El emprendimiento significa enfrentar desafíos y riesgos, pues es una decisión importante que tiene que ver con echar a andar un proyecto empresarial, rentable y con la idea de que será su principal fuente de ingreso.
Por ello, antes de hacerlo hay que preguntarse si está listo y si cuenta con la información y herramientas necesarias que faciliten el proceso, de lo contrario, ese sueño podría no funcionar.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) da conocer los errores más frecuentes al intentar ser un emprendedor para evitar caer en ellos.
El primero es que no se tiene definido un plan de negocios. Esto permitirá seguir el rumbo establecido de la empresa y no salirse de él, por lo que también representa oportunidades de inversión y financiamientos.
Otro factor que se omite es el no buscar asesorías y capacitación. Con ello, los emprendedores podría estar mejor preparados y tendrán mejores oportunidades de crecimiento.
Uno de los errores más frecuentes es que venden algo guiado a través de sus propios gustos, pero no es así, pues el objetivo es averiguar lo que realmente le gusta a la gente y las necesidades de los clientes más potenciales.
También ignoran su entorno, es decir, no recaban la información necesaria acerca de su competencia, el consumidor y sobre todo del mercado al que dirigen su producto o servicio.
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El querer hacer todo también es un grave error, pues se debe aprender a delegar las diferentes funciones y confiar en gente capaz, esto les permitirá afrontar los desafíos que se presenten.
El punto anterior, va relacionado con que muchos emprendedores buscan a un equipo de trabajo inexperto, por lo que se deben asegurar que los integrantes del equipo tengan más conocimientos que tú para crecer juntos.
Finalmente, el no adaptarse podría llevarlos a desertar de su idea de negocio, pues dirigir una empresa no es tarea fácil y requiere de toda su atención, así como esfuerzo para trabajar con presión desde muchos ángulos.