Odín Dupeyrón regresa hoy a Puebla, una de las ciudades que siempre abarrota con cualquiera de sus obras, ya sea “¡A Vivir!”, “Lucas” o su conferencia “Esto Sé”. Pero en esta ocasión, el conferencista, escritor y actor se presentará a las 20:00 horas en el auditorio del CCU de la BUAP con otra de sus grandes producciones, se trata de “Veintidós, Veintidós”.
“Es la historia de una mujer, que en una crisis de su vida decide matarse, entonces, le aparece un personaje que hago yo; y este personaje la confronta con sus decisiones. Es una comedia, es importante decir que es una comedia, que, aunque toque el tema del suicidio, la gente se ríe. Tiene un humor negro muy especial. Hay gente que es su obra favorita de mis tres obras y al final voy a hacer un debate: es importante decirlo”, comentó Dupeyrón en entrevista exclusiva con El Sol de Puebla.
En esta ocasión, Odín estará acompañado en escena por una de sus grandes amigas y a quien el público ya reconoce en su montajes, Erika Blenher.
El particular personaje que interpreta nuestro entrevistado actúa como una conciencia omnipresente, que todo lo sabe y todo lo ve, y como tal, cuestiona con preguntas que invitan al público a la autorreflexión. Con un humor también sarcástico, “Veintidós, Veintidós” presiona sobre los límites de la gente.
“Creo que de las cosas más chidas que tiene Veintidós, Veintidós, y que me ha dejado, es un poco lo que me encanta de mis obras: es darme cuenta que hay mucha gente a la que le resuena lo que le digo, que es decir: que no estamos solos, que estamos juntos, que hay muchos que piensan como yo. Que tenemos las mismas dudas y las mismas necesidades y que, en la obra de teatro ven reflejados estas cosas y que se van con preguntas y con temas dispuestos a trabajar”.
Con ocho años en cartelera y sin bajar del barco a ninguno de sus otros proyectos, Dupeyrón sigue sorprendiéndose de la empatía que logra con la audiencia. Incluso—dice—hay gente que se ha acercado o en los mismos debates, que realiza al finalizar el montaje, para decirle que gracias a su discurso han logrado salir adelante de la depresión, que los llevó a pensar en atentar contra sus vidas.
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“Y creo que lo más importante de Veintidós, Veintidós, es que la gente sale diciendo—no toda—pero hay mucha gente que me ha dicho: ¡Me sacaste de la depresión! o ¡no me maté por la obra de teatro! Hemos tenido varias personas que en los debates me dicen: Yo vine a ver la obra cuando pensaba en matarme. Me trajo mi mamá o la vine a ver porque no le he dicho a nadie que estaba deprimido y vi la obra y me shockeó porque había pensado en la posibilidad de quitarme la vida y estoy vivo gracias a ti. Que yo los digo: Estás vivo gracias a ti. Pero qué bueno que la obra te llegó”, dijo al final entre risas pues no se considera un mesías, no obstante, está feliz que la gente que cree o necesita ayuda lo vea para salir del hoyo emocional en el que están.
Sobre el mismo tema, agregó que “Veintidós, Veintidós” no es una obra de superación personal—aunque cada quien la toma como le parezca—.
“Es una obra de teatro divertida, que cuenta una historia, que no es una plática motivacional, que no soy coach, que no van a ir a ver—porque luego la gente pone mucho video mío hablando de la vida y piensan que van a ir a eso—y no es eso. Es más profundo”.
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