Donald Cline fue un médico especialista en fertilidad, se convirtió en uno de los "profesionales" más conocidos de su área gracias a sus buenos resultados, sin embargo, la perspectiva hacia él cambió cuando descubrieron que muchas veces para estos procedimientos utilizó su propio esperma sin el consentimiento de sus pacientes.
Su historia se volvió tan popular que Netflix decidió hacer un documental para exponerla; el proyecto que lleva el nombre de ‘Nuestro Padre’, se estrenó en la plataforma el pasado 11 de mayo, y desde entonces se ha convertido en una de las producciones más aclamadas. Para ello se recogieron varios testimonios reales de sus hijos.
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De acuerdo con el reporte de las autoridades, al principio no encontraron un crimen para condenarlo, pues se argumentó que no había agredido sexualmente a nadie, no obstante, las trabas que surgieron durante estos señalamientos provocaron que el ya retirado experto de la salud, tuviera que afrontar sentencias mínimas.
EL CASO DE DONALD CLINE
La historia es narrada por Jacoba Ballard, una mujer de 43 años que descubrió sus lazos sanguíneos con el doctor en el 2014, esto luego de realizarse una prueba de ADN; los resultados llamaron su atención porque su padre resultó ser el dueño de la clínica a la que su madre acudió en el año 1979.
Además, encontró que su información genética coincidía con la de otras siete personas, y después de indagar más, notó que sus progenitoras asistieron al mismo centro médico. De esta manera es que Jacoba comenzó una intensa búsqueda para conocer más sobre esta situación, y ya tiene cerca de 8 años trabajando en esto.
Hasta el momento se han confirmado 50 casos, pero se estima que la cifra supera los 70 nacimientos. Ella menciona que, por mucho tiempo viajó a los pueblos aledaños a la clínica para ubicar a las personas con rasgos parecidos a los de ella.
También optó por moverse en redes sociales, incluso acudió a varios medios de comunicación para que la ayudarán. En este punto, ella contactó a su padre para reclamarle por todo lo que había hecho, él le pidió que no siguiera difundiendo esa información y que no hablara con más reporteros.
La mujer originaria de Reelsville, Indiana, Estados Unidos, indicó que ignoraría sus amenazas y súplicas, y estaba dispuesta a llegar a las últimas consecuencias: "Adelante porque voy a pelear contigo”, exclamó.
ASÍ OPERABA DONALD CLINE
Donald Cline abrió su propia clínica en Minneapolis, en el año 1979, al poco tiempo se convirtió en uno de los centros más recomendados de la región.
Esto gracias al alto nivel de embarazos que se lograban dentro de estas instalaciones. De esta forma es que muchos matrimonios lo visitaban con la intención de formar una familia.
Uno de los casos más sonados fue el de una pareja que solicitó sus servicios porque tenían problemas para tener hijos, entonces le pidieron que usaran el esperma del esposo para inseminar a su mujer, aunque, esto nunca fue así, ya que el doctor entró a su oficina para extraer su propio semen y usarlo en el procedimiento.
Su caso fue llevado a las autoridades, pero no pudieron sentenciarlo porque no había infringido ninguna ley. Esto cambió cuando negó ser el padre de los niños, pues lo acusaron de obstrucción de la justicia por mentirle a los fiscales.
Estaba planeado que su juicio se llevará a cabo en diciembre del 2017, sin embargo, días antes se declaró culpable, por lo que tuvo que pagar una multa de 500 dólares, también le quitaron su licencia pese a que ya estaba retirado, también lo condenaron a un año de cárcel, aunque lo exoneraron de este cargo por su edad avanzada.