La escena del entretenimiento ha sido una de las más afectadas desde que se clausuraron eventos masivos por la emergencia sanitaria. En Puebla, artistas como Ricky Martin, Boyband Experience (con Magneto y Mercurio), Pandora y Yuri, Los Temerarios y Matute, por mencionar algunos, tuvieron que posponer su gira de recitales por el Covid-19, afectando así, no solo sus propios bolsillos sino a los de cientos de familias que dependen de la realización de un concierto.
Es decir, no se trata solamente de cancelar o posponer un evento: la inversión en publicidad (periódicos, TV, radio, espectaculares y digital), la renta del espacio, contratación de seguridad, acomodadores, venta de bebidas y comida, mercancía, proveedores y el mismo empresario y promotores sufren, pues han perdido millones de pesos solo porque un evento quede pospuesto.
“En mi caso somos una empresa de espectáculos que nos dedicamos al 100 por ciento al espectáculo no como otras que trabajan aquí en Puebla y que para ellos esto es un hobby. Como tal, sí nos afecta (la clausura de eventos), de mí depende mucha gente, que también vive de esto y ahorita está rascándole por todos lados”, comentó en entrevista con El Sol de Puebla Francisco Morales, representante de FM Producciones.
Morales, con 22 años de experiencia en la promoción y difusión de eventos artísticos, tiene parados varios recitales en la entidad, entre ellos: Matute, Gloria Trevi, Los Temerarios, Anuel AA y The Boy Band Experience. Haciendo un estimado, reveló que ha perdido—bajita la mano—más de un millón 200 mil pesos.
“En la semana que me cancelaron teníamos a Hombres G y a Matute. En cinco días me cancelaron dos eventos con publicidades ya terminadas. De todos mis eventos se perdió como millón 200 mil pesos en publicidad. Esa publicidad cuando lleguemos a dos meses de reprogramar el evento, la tenemos que volver a sacar porque sería muy tonto de mi parte decir: no saco publicidad y me voy así nada más”.
La incertidumbre es la que crece entre los empresarios que han apostado por Puebla como una sede de conciertos, pues el no saber para cuándo se van a reactivar dificulta el empezar a ver nuevas fechas, coordinar con los artistas, pagar publicidad y por gente que empiece a mover el evento.
“Con respecto a lo que está pasando en el entretenimiento, sobre todo en los espectáculos en vivo, yo creo que el problema más grande es la incertidumbre de no saber cuándo se va a reactivar. Yo traigo como más de 40 eventos pospuestos y varios de ellos ya con segundas o terceras pospuestas”, agregó Diego Cantú director de la empresa La Gran Audiencia, que en la entidad estaba encargada de una de las obras de teatro de Odín Dupeyrón.
Diego no puede cuantificar hasta ahora las pérdidas económicas, pues depende mucho de las plazas que ya vayan a cerrar o de los reembolsos totales de los eventos. No obstante, hizo un estimado, hasta la fecha, de 2 millones de pesos.
“Darte un número es complicado. Ahorita fácilmente está en 2 millones o 2 millones y medio de pesos, pero, realmente, todavía no está todo cuantificado porque hay muchos eventos que tenían taquillas abiertas y no sabemos si vamos a tener que regresar dinero; si vamos a tener que tener un aforo incompleto y a lo mejor eso produzca más pérdida. No sabemos qué tanta más publicidad vamos a tener que meter para reactivar y eso puede ser más costo. Las pérdidas yo creo que pueden ser mucho más altas”.
Paco Morales coincidió con el panorama de incertidumbre que reina entre los promotores: “Desgraciadamente dependemos de la gente y el gobierno y si esto no se calma y no va disminuyendo se va alargar, ahorita estamos en junio y dicen que hasta agosto. Los casos siguen creciendo y entiendo porque el 70 por ciento de los mexicanos viven al día y tienen que salir a buscar para comer, por eso no se puede estar encerrado. Sí está muy complicada la situación. Vamos a tener que vivir con este virus en los próximos dos años, pero ¡que haya eventos! porque si no ¡ay nanita!”.
Jorge Alvarado, promotor y operador de espectáculos públicos con 10 años de experiencia, coincide con Morales y reitera que su inversión monetaria ahora está parada y está viviendo del tarjetazo como muchos mexicanos.
“La mayoría de los artistas siempre te piden dinero para hacer un apartado de la fecha: un anticipo. La mayoría de los promotores entregan anticipos antes de finalizar el año y obviamente es una inversión tanto de los recintos como de publicidad y talentos y nos quedamos aquí esperando la recuperación del dinero”.
Carlos Macías y Kany García fueron los dos últimos espectáculos operados por Alvarado antes del freno masivo por la pandemia.
Manuel José, supuesto hijo de José José también vendría a Puebla, sin embargo, se pospuso. En su caso, como ejemplo: Alvarado compró seis fechas en sociedad al interior de la República, por supuesto que el dinero está congelado.
“Ya teníamos apartadas algunas fechas que eran: Córdoba, Mérida Villahermosa, entre otras, donde al artista se le da un anticipo para que él pueda abrir los contratos y amarrar contigo la fecha. Tenemos que esperar y no solamente eso, sino que ahorita viene otra inversión de publicidad para que la gente se entere que va venir el talento, como si fuera totalmente nuevo”.
A esta pérdida, se le suma las devoluciones de dinero que las boleteras, de acuerdo a sus políticas, deben dar al púbico.
En los inmuebles más solicitados como: Auditorio Metropolitano, CCU de la BUAP, Centro Expositor y Auditorio GNP Seguros, los empleados desconocen cuándo reanudarán los eventos, y, al igual que los empresarios están a la espera de que todo regrese a la normalidad.
“En cuanto a mi sueldo yo estoy bien, a mí sí me han pagado, pero qué sigue y cuánto aguante la empresa, no sé”, dijo un empleado de Auditorio GNP Seguros a este medio, quien prefirió guardar el anonimato.
A la fuente le preocupa que la nula existencia de conciertos vaya repercutir en que se tenga que prescindir de sus servicios.
“Ya está afectando tremendo y básicamente al mundo del entretenimiento le está afectando en todos los sentidos, desde los artistas, promotores, recintos, agencias publicitarias, todo. Esto es una cadenita”.
Pero, ¿cuál sería el peor escenario? Nuestro entrevistado confía en que las autoridades den una fecha para poder armar un plan de trabajo que permite ajustar y promover, de nueva cuenta, eventos que tuvieron que detener, como el de Marco Antonio Solís, por citar solo uno.
“En cuanto las autoridades determinen algo, nosotros tenemos que reaccionar, ya sea por devoluciones o reajustes de fechas”.
Jazz, una acomodadora, la persona encargada de llevar a los espectadores a su butaca, dijo que su bolsillo también ha sido víctima del Covid-19.
“Me ha afectado en cuanto a lo económico, pues si había eventos a la semana, mínimo dos, el salario sale libre y con un extra por la propina. Por evento te pagan 200 pesos”.
SHOWS EN VIVO
Yanko Bribiesca, estratega en medios y relaciones públicas desde hace 20 años, y que ha trabajado con infinidad de talento que incluyen a: OV7, Jeans, Kabah, Litzy, Fey, entre otros, coincidió sobre el declive del mundo del espectáculo gracias a la emergencia sanitaria, sin embargo, rescató las nuevas opciones como los shows en vivo.
El mundo del entretenimiento se ha visto sumamente afectado por la pandemia que estamos viviendo, artistas, productores, músicos, actores y publirrelacionistas, pero lo que se está buscando ahorita es hacer las cosas de manera digital, con algunas boleteras, para que puedan funcionar poco a poco los conciertos y los puedan disfrutar desde la comodidad de sus casa”.
Aunque, no fue tan benevolente en cuanto al futuro de los conciertos con gente. Para Yanko el 2020 ya se ha perdido.
“Espero que a finales de año poco a poco se vaya reactivando la actividad del medio del espectáculo, pero será hasta 2021 que se retome con fuerza el mundo del entretenimiento presencial”.
Luis Cobas, promotor y RP de artistas, que ha trabajado para festivales como el Tecate Comuna y el Catrina, piensa que si los shows no se reactivan, prácticamente para él y las personas que viven indirectamente de los espectáculos, como lo es el comercial informal o los franeleros, tengan un año sin ingresos.
“La industria del entretenimiento es muy grande, hay demasiada gente alrededor de un show. Al pararse, todoS los que nos dedicamos a esto la estamos sorteando cada uno diferente, ya que la mayoría recibimos nuestro pago por show y no por mes. La mayoría esperamos a que se reactive en septiembre, que sería lo mejor para todos. De no activarse sería un año sin ingresos”.
De no tener la oportunidad de trabajar este año en Puebla, empresarios emigrarán a otros estados donde el número de contagios por Covid-19 haya bajado y las autoridades permitan la realización de eventos.
Por un concierto de un artista promedio se ven afectadas alrededor de 40 familias de manera directa e indirectamente, de acuerdo a los entrevistados. Es decir, si en Puebla durante marzo, abril, mayo y junio se pospusieron un aproximado de 30 eventos, se afectaron a 1,200 familias que contaban con ese empleo.
“Si es verdad lo que dicen, que hasta octubre (vuelven los shows) ¡ya nos cargó el payaso! No podemos aguantar tanto. Tendríamos que ir a otras ciudades porque ya sabemos que Puebla está difícil porque no se ha aplanado la curva, sigue subiendo todos los días a todo lo que da. Puebla va estar muy difícil para salir adelante. El peor escenario es que diga el gobierno que este año no habrá conciertos sino hasta el próximo”, concluyó Paco Morales.
