Julieta Venegas se presentó este viernes en el Auditorio de la Reforma como parte de su Tour México 2020 Íntimo, el cual, la regresa a los escenarios de una manera menos adornada, en un formato acústico y con una personalidad musical que pocos conocían.
Con nada más que sus instrumentos musicales sobre escena, Venegas dio cátedra de sus talentos, no obstante, al inicio, el recital se tornó aburrido por las escasas canciones famosas que escogió.
Sin ningún ornamento en su producción, Venegas, además, hizo esperar a las mil personas que acudieron al recinto por 90 minutos. La mala organización para ingresar al Auditorio de la Reforma hizo que desde las 20:00 horas—tiempo en el que se supone tenía que arrancar el recital—las filas se comenzaran a alargar y la desesperación del público por ingresar se filtrara en al aire.
Una vez al interior, los nervios de la audiencia por ver a la cantautora se acrecentaron pues se presentó una dupla de músicos—no anunciada—como teloneros del evento. Por casi 30 minutos, la agrupación se dio tiempo para compartir sus temas sin que a muchos les interesara.
Por fin, poco después de las 21:30 horas, Venegas apareció en el escenario con un piano de cola, acordeón, guitarra acústica y ukulele como adornos; atrás una manta negra tapaba la pared.
Ilusión, Amores platónicos, Ya conocerán y Forma, un nuevo tema que lanzará en breve, dieron punto de partida al show.
“Sentía que necesitaba regresar a la esencia de todo y a la esencia de mi relación con la música, de repente como que sentía que había construido un edificio muy grande y ese edificio ya no me representaba, entonces, tuve como que desarmar todo, me mudé de país, entré como en una crisis y me di cuenta de que la crisis no era con la música sino la manera en la que la venía haciendo y este show es un poco el resultado de eso. Es un show que vengo construyendo hace un par de años, tocando en lugares chiquititos, en la sala de los amigos, tocando sola y poco a poco me sentí lista para probar esta gira en México. Me parece que es parte de un proceso, del cual, quería hacer parte a mi país”, se dirigió a la audiencia para explicar su cambio de género musical, con un ritmo menos popero y letras más reflexivas.
Algo que ocasionó inconformidades, fue que, como no se habían llenado las localidades, ella invitó al público de la parte alta del recinto a bajarse para ocupar los lugares vacíos. Los más intrépidos se quedaron sentados en la fosa, lugar abajo del escenario, donde usualmente se colocan músicos o prensa. Luego de unos minutos, fueron retirados por personal de seguridad, sin embargo, muchos se rehusaron. Algunos se quedaron en los pasillos y sentados en las escaleras del recinto.
Luego vinieron dos covers: Ojos de videotape de Charly García y Canta, canta, canta de José Alfredo Jiménez.
El segundo set del recital logró saciar al público que quería ver a la Julieta Venegas de hace una década.
Andar conmigo, Despedida, Eres para mí, Me voy, Limón y sal, Ese camino, El presente y Lento revindicaron su arranque con canciones que todos querían escuchar.
Entré como en una crisis y me di cuenta de que la crisis no era con la música sino la manera en la que la venía haciendoJulieta Venegas, cantautora