Una de las voces más distintivas del rock and roll se silenció wel jueves a causa del COVID-19. Tal vez el nombre de Marvin Lee Aday no diga mucho como sí lo puede hacer su sobrenombre… Meat Loaf.
El vocalista estadounidense que alcanzó la fama liderando dicho proyecto musical lleno de teatralidad se adelantó en el camino, informó la cuenta oficial del cantante en Facebook.
“Nuestros corazones están rotos al anunciar que el incomparable Meat Loaf falleció esta noche rodeado de su esposa Deborah, hijas Pearl y Amanda y amigos cercanos”, se lee en el posteo.
Meat Loaf vendió más de 100 millones de discos en todo el planeta tan sólo con la trilogía compuesta por Bat Out of Hell (1977), Bat Out of Hell II: Back into Hell (1993) y Bat Out of Hell III: The Monster Is Loose (2006).
“Sabemos cuánto significaba para muchos de ustedes y apreciamos realmente todo su amor y apoyo en este momento de duelo por la pérdida de un artista tan inspirador y un hombre tan maravilloso. De su corazón a sus almas… ¡nunca dejen de rockear!”, remata la nota en Facebook.
Meat Loaf también actuó en cintas como El Show del Horror de Rocky (1975), donde hace de un repartidor llamado Eddie; El Club de la pelea (1999) con el papel del fisicoculturista, Robert Paulsen; y El mundo según Wayne (1992). En Broadway se abrió paso en el musical “Hair” o “Rockabye Hamlet” para hacerse de tablas y conocer ahí en 1973 al letrista Jim Steinman, fallecido en abril del año pasado, noticia de la que Meat no daba crédito y lo tuvo días llorando, según una entrevista concedida a la versión estadounidense de la revista Rolling Stone.
“Él era una parte central de mi vida…”, declaró en esa conversación. “Compartíamos el alma, el corazón… nosotros no sabíamos del otro, éramos el otro”.
EL VAMPIRO FUERA DEL INFIERNO… SU OBRA MAESTRA
Después del encuentro con Steinman en 1973 y la puesta en escena de la obra Neverland, donde Meat Loaf participaba, ambos se dan cuenta del poder de tres de las canciones de aquel musical: Bat out of Hell, Heaven Can Wait y The Formation of the Pack, más tarde renombrada como All Revved Up With No Place to Go. Así, deciden con las mismas embarcarse a hacer un álbum.
Después de varios rechazos en más de una compañía discográfica, el sello independiente Cleveland International Records y el productor Todd Rundgren acceden a producir Bat Out Of The Hell, un puñado de canciones que se mueven en el dramatismo de la ópera y la energía del rock and roll.
Las letras del álbum (obra Jim Steinman) van a otro nivel con la voz atormentada de Meat Loaf, quien exorciza sus vampiros fuera del infierno a lo largo de 46 minutos 33 segundos.
Los sueños adolescentes de una pareja, sus mejores días, las peleas, los esfuerzos por ser “alguien en la vida” y la tragedia son los temas que convergen en ese compilado que hasta 2019 vendía 200 mil copias por año para convertirse en la obra maestra de Meat Loaf, una voz de un niño regordete apto a juzgar de sus entrenadores para el futbol americano, la misma voz que se apagó la noche del jueves no sin antes haber conmovido al mundo, el mismo que alguna vez lo llamó, “pastel de carne”.
