El drama y la acción se apoderan de la cartelera para presentarnos “Matar o morir”, propuesta del director Pierre Morel, la cual cuenta con las actuaciones de Jennifer Garner, John Ortiz, John Gallagher Jr. y Juan Pablo Raba.
La trama de esta historia gira en torno a Riley North, quien llevaba una vida tranquila y sin incidentes con su esposo Chris y su hija de 10 años, Carly.
Seducidos por la idea de ganar dinero en forma rápida para aliviar su carga financiera, Chris, es atraído por una gran oportunidad de negocios con un poderoso cártel de drogas. Una noche, Riley y su familia son brutalmente abatidos, dejando a Riley en coma, con pocas posibilidades de sobrevivir.
Después de enfrentar la terrible realidad de que ha perdido a su familia, Riley lleva a cabo un juicio contra los asesinos pero los cargos se retiran y quedan en libertad.
De un momento a otro, la vida anterior de Riley se desvanece, y ella es consumida por la necesidad de hacer lo que el sistema de justicia no hará.
DE COMEDIA A ACCIÓN
Garner ha tenido recientemente papeles más enfocados en la comedia como Los fantasmas de mi ex con Matthew McConaughey, Nueve vidas con Kevin Spacey o Love, Simon, en la que dio vida a Emily, la madre de un adolescente que descubre su homosexualidad.
Ahora la actriz vuelve a interpretar a una mamá, pero en una situación muy diferente dentro de la cinta Matar o morir. Se trata de Riley North, una mujer cuya vida queda truncada tras el asesinato a sangre fría de su esposo e hija en manos de un cartel de narcotraficantes. La sed de justicia vuelve a Riley en una asesina que buscará resolver el caso con sus propias manos.
ENFRENTA A MAFIOSOS
El director, Pierre Morel, y su protagonista, Jennifer Garner, tienen ya probada su capacidad de sufrimiento para filmar una película como esta, con tanta agresividad desmelenada y tan rutinaria y tóxica en las hebras de su argumento.
Es una historia de brutal venganza la que emprende una madre contra los mafiosos que han asesinado a su marido y a su hija.
Las primeras críticas arrojan que el argumento es claro en ese sentido, y ante la inutilidad de los cauces legales para castigar a los autores, unos traficantes sin el menor escrúpulo, el guión le da munición y armamento ético a la vengadora para convertirse ella en el propio juez de su caso perdido.
Solo se puede destacar, entre el enorme catálogo de escenas vistas y previstas, el trabajo físico de la actriz como madre justiciera, tan dotada para la comedia amable como para el cine de acción y para aguantar a su eterno ex marido Ben Affleck. El caso es que, entre lo que se ve, un reguero de clichés y de cadáveres, lo que dice de modo explícito y lo que sugiere, todo resulta muy perturbador.
