"Todos somos una burbuja y, si no ves más allá de la tuya, no tienes la capacidad de crecimiento como persona", esa es la reflexión que la actriz Johanna Murillo se lleva de su más reciente proyecto Las niñas bien.
La cinta, filme de la directora Alejandra Márquez, se ha ganado el aplauso del público y de la crítica, tanto que ha sido merecedora de importantes premios en los festivales de Málaga, Toronto y Morelia.
Ser parte de este proyecto que ha cosechado buenos frutos, es algo que ha agradecido y disfrutado Murillo, así lo comentó en entrevista con El Sol de Puebla.
"Es emocionante ver que tanto la crítica como el publico haya reaccionado bien a una película como es esta. Me da mucha esperanza ver que si se puede tener un punto medio entre hacer una película que no cumple con la fórmula de la películas taquilleras de comedia ligera y esta que puede tener temas más complejos y profundos y aún así ser atractiva para el público".
Además del guión y las actuaciones, otra de las característica que ha destacado en esta producción es que el 90% del crew está integrado por mujeres, situación que refleja los espacios que se han ganado para ellas.
"Que chido que haya oportunidad de chamba en todos lo departamentos, tan es así que se pueden formar equipos completamente de mujeres, eso habla de que hemos roto con muchos estereotipos".
Confesó que aunque pareciera que fue algo planeado, en realidad esto se dio de manera natural.
"Es interesante ver que la formación de este equipo de mujeres fue de casualidad, no fue intencional, una cosa llevó a la otra y lo mejor es que se trabajo muy armoniosamente. Logramos cumplir con un ritmo y un proceso de trabajo increíble , muy amoroso y se ve en el producto final".
Las niñas bien es una historia basada en el libro de Guadalupe Loaeza, en la que refleja la gran crisis económica de 1982 y que golpea severamente México.
La elegante, encantadora y perfecta Sofía (Ilse Salas) líder del grupo de amigas del club de tenis, se enfrenta a lo inimaginable: su caída social. Sofía intentará mantener las apariencias, pero su derrumbe además de ser inevitable, dará cuenta de qué es lo que se pierde cuando se pierde el dinero.
Con lo que respecta Inés, el papel de Johanna, es una de las primeras mujeres que empiezan a sufrir las consecuencias de la crisis económica que azota el país.
"Me dejó esta necesidad de auto examinarte y de que no hay que esperar a ver la tragedia para voltear a vernos a los ojos y ver como nos relacionamos con el entorno".
Independientemente de las clases sociales, aseguró que es importante tener empatía con el otro para conocer nuevas miradas del mundo.
"Es bueno conocer gente con nuevas miradas y métodos nuevos, eso es muy rico para la vida y la creatividad porque todos somos una burbuja y si no ves más allá de la tuya no tienes la capacidad de crecimiento como persona, eso es lo que también me deja la película".
Disfrutar los triunfos de esta película y la apertura que está teniendo en otros países la llena de felicidad, pues asegura que cada que se integra a un nuevo proyecto siempre toma en cuenta al toma en cuenta dos elementos muy importantes: un gran equipo y un buen guión, los cuales los encontró en Las niñas bien.
"Para elegir un proyecto tiene que ver con los equipos de trabajo, (trabajar en el extranjero) no es una meta pero tampoco es algo que lo tenga tachado. Me cuesta trabajo estar lejos de mi gente y para mi el proyecto que elija debe valer mucho la pena y estar rodeada de un equipo que admire, si cae alguna oferta aquí o en China que tenga esos elementos sí lo acepto", finalizó.