Dimes y diretes hubo durante el concierto de Pimpinela, sin embargo, fueron de manera muy divertida por el contexto que daban las canciones de este dueto.
Y es que los hermanos Lucía y Joaquín Galán, originarios de Buenos Aires , Argentina, visitaron el estado la noche de este viernes para compartir con los poblanos algunos de sus éxitos con los que han cautivado desde la década de los 80.
Enfundados con vestimenta negra, los hermanos acapararon el escenario de Auditorio Metropolitano para abrir la velada con Esto no es amor, tema con el que de inmediato se ganaron las palmas del público.
La noche siguió con Mañana y Nunca más, olvídalo, con las que prendieron motores para el resto del recital.
Con una gran sonrisa, Lucía y Joaquín se dirigieron hacia sus seguidores y agradecieron su presencia y el cariño a lo largo de estos años
"Como están todos. Es un placer enorme para Lucía y para mí estar aquí después de 12 años , el tiempo vuela; pero felices de estar de nuevo en México de estar en Puebla con este espectáculo para agradecer los más de 35 años juntos, porque ustedes han sido la familia que han pasado nuestra música de padres a hijos".
Lucía no se quedó atrás y también dedicó unas palabras.
esto que comenzó cuando nacimos y se afianzó cuando se creó Pimpinela ahí por los 80, así que esta noche vamos abrir las puertas de nuestra vida personal y profesional, para que lo pasen bien y se sientan identificados y las mujeres vana cantar conmigo".
Fue así que mientras cantaban Hermanos, fotos de su niñez, su etapa de juventud y de adultos se proyectaron en los pantallas para recordar los grandes momentos que han compartido como familia.
Más tarde vino Vivir sin ti no puedo, Me hace falta una flor y Nunca más.
Hay que estar en mi lugar también sonó en voz de los argentinos seguida de Cómo le digo y Tú me prometiste volver.
La emoción estaba a gran escala pero aún había mucho por dar y Dímelo delante de ella fue la interpretación que hizo que los decibles subieran entre los coros de las fans.
Los caballeros también hicieron lo propio con Ese estúpido que llama.
Pero los dimes y diretes iban y venían con las clásicas canciones de amor y desamor, traiciones y celos.
Las mujeres que aún tenían mucho que decir corearon con fuerza A esa , para que los caballeros respondieran con Ahora decide.
Las risas fueron la constante durante la noche en la que Pimpinela estuvo acompañada por casi 2 mil poblanos que corearon de principio a fin.
Olvídate y pega la vuelta, El amor no se puede olvidar, La Familia y Hay amores que matan no pudieron faltar en el repertorio.
Para el cierre de la velada eligieron los éxitos Una estúpida más y Cuánto te quiero, con las que fueron despedidos entre aplausos y gritos de euforia.