Luego de varias semanas de ausencia en el programa “Hoy” de Televisa, la mañana de este lunes el actor Raúl Araiza volvió a aparecer en el matutino para ser parte del cuadro de conductores, donde aclaró las especulaciones sobre su estado de salud y confesó las razones que lo llevaron a ausentarse algunas semanas de las transmisiones.
Y es que, desde finales del pasado mes de julio, el famoso Negro Araiza se había ausentado del programa de televisión, algo que desató una serie de rumores, pues mientras algunos aseguraron que se encontraba tomando vacaciones, otros más lo asociaron con las adicciones
Fue durante la sección en la que participa César Lozano, donde Araiza se sinceró sobre su situación emocional y confirmó que estuvo fuera de cuadro tras haber recaído en su problema de alcoholismo, por lo que reconoció que estuvo atendiéndose una vez más, en un centro de rehabilitación.
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En este sentido, el famoso conductor aclaró que tuvo una recaída con sus problemas de adicción y cuando se dio cuenta, decidió tomarse tiempo para pedir ayuda, motivo por el cual, aseguró que que el mejor momento para atenderte, es cuando comienza la sensación de ya no querer sentir, sufrir y cuando buscas adormecer esas emociones.
“Cuando pedir ayuda, somos una familia aquí… básicamente es cuando lo que te dice el alma, es cuando quieres dejar de sufrir. Lo que no quieres es sentir, cómo no sientes, adormeciendo esos sentimientos. Hay gente se lo come, fuma, bebe, lo vomita. Porque no hay un autoconocimiento, que es lo que fui hacer”, indicó Raúl Araiza a sus compañeros del programa.
“El vacío que yo tenía, esa ausencia, es abandono de padre”
Conforme la plática avanzó, Raúl entró en confianza y confesó que sus problemas con el alcohol surgieron por heridas de abandono, principalmente de su progenitor:
“El vacío que yo tenía, esa ausencia, es abandono de padre ¿qué fue lo que me metí desesperado a buscar? y como lo decían adentro, la fantasía de todo adicto, de lo que sea, es buscar el reconocimiento del padre, ese padre que no me aplaudió, no me besó lo suficiente, me dio amor como él podía, mi padre fue un hombre sin amor, no sabía darlo él”, puntualizó.
Asimismo, añadió que no solo la situación con su padre le afectó, sino también las constantes comparaciones con su hermano:
“Yo viví todo esto desde el abandono, (su padre) deja a mi mamá, luego me mandan cuatro años fuera de México, sin yo entender por qué en el exilio, y al yo regresar me di cuenta que estaba muy roto por dentro; no obstante llego y sigo luchando con llenar el por qué me mandaron a mí y a mi hermano no, o por qué mi papá hacía tantas comparaciones con mi hermano, no tiene la culpa el gordito, y todo esto claro, yo llego y tengo contacto con la sustancia, y dije ‘de aquí soy’, y (el alcohol) me dio expresión, me dio ser extrovertido, me dio bailar, jugar, se volvió mi mejor amigo”, relató.
Por tal motivo, Araiza explicó que su trabajo es verse feliz, aunque muchas veces, en la realidad, detrás de todo esto se esconde un vacío: “El chiste es no sentir. En mi caso, este trabajo aquí, tenemos diferentes temas emocionales, pero lo que tenemos que hacer aquí es dar una buena cara, siempre para nuestro público. Explicando y dando y tapando lo que realmente tenemos”, añadió.
Compañeros le demuestran su apoyo
Luego de que brindara las recomendaciones a aquellas personas que necesitan pedir ayuda cuando se encuentren en una situación de adiciones, su compañera Andrea Legarreta tomó la palabra para manifestarle su apoyo y el de todos sus compañeros de trabajo.
“Negrito, sabes el amor que te tenemos (…) estamos muy orgullosos de ti, cada vez que has tomado una decisión, no es como de ‘¡ay, otra vez!’, las veces que sea necesario vamos a estar contigo siempre y estamos muy orgullosos de ti, y ¡qué lindo! ver que hay personas, saber que, en este momento, ver tu testimonio, les está cambiando la vida. Siéntete orgulloso, siéntete amado, y tienes que saber y estar seguro de que nunca vas a estar solo”, dijo.
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Finalmente, con voz entrecortada, Raúl Araiza agradeció el cariño de sus colegas y aseguró que, al estar en la vida pública, su testimonio lo hace transparente y fuera del anonimato: “Yo podría decir ‘bendita enfermedad’, porque a través de ella me conozco’”, concretó.