Los micrófonos de los karaokes llevan silenciados un año por la contingencia sanitaria a raíz del coronavirus y los dueños de estos lugares temen que con el paso del tiempo desaparezcan, ya que este gremio no ha sido contemplado en ningún decreto estatal y su retorno lo ven muy lejano.
Tal es el caso de Brenda Contreras, quien inició con el karaoke “Casting” hace 10 años; hoy en día, su inversión, pero principalmente sus sueños, están en pausa y con la incertidumbre respecto a estos lugares, teme que todo su trabajo desaparezca y que los karaokes estén al filo de la extinción.
“Este negocio tiene 10 años, 11 cumpliríamos este marzo y tristemente llevamos un año sabático forzoso porque cerramos la segunda quincena de marzo del 2020 y bueno, estábamos esperanzados en que se reactivaría pronto, pero pasaron cinco meses y nada, ahora un año y lo más triste es que no se ve para cuando vaya a terminar”, comentó.
En entrevista con El Sol de Puebla, la dueña de este lugar informó que ella daba trabajo directamente a seis personas, pero indirectamente el cierre de estos lugares afectó a sus colaboradores, a las bandas que solían tocar los fines de semana, a los proveedores tanto de comida como de bebidas y a los actores que ofrecían obras de teatro una vez a la semana.
“Si le vas sumando son más de 20 familias las que se vieron afectadas. Es difícil, porque me siguen cobrando el seguro social, los servicios, la luz, la renta y hay que pagar, está muy difícil sobrevivir y creo que por ello tantos lugares quebraron. Yo tengo que decirlo, estoy endeudada y es un riesgo que asumí, esperanzada en que esto se iba a solucionar pronto”, compartió.
Este lugar sí fue beneficiado por los programas que las autoridades han impulsado para los negocios durante la pandemia, pero dicho recurso sólo ayudó a pagar los servicios y el seguro social de un mes, por lo que las deudas se han ido acumulando.
Brenda aceptó que el retorno de estos lugares es complicado y por ello también ha acatado el cierre, pues los micrófonos ya no se pueden compartir como antes solían hacerse y la vida nocturna se ha modificado. Ha pensando en varias alternativas para que Casting regrese con las medidas de sanidad como fundas para micrófonos, luces ultravioletas, cabinas, entre otros elementos. No obstante, todo esto necesita de una inversión que actualmente el karaoke no tiene.
“Lo entiendo, estoy de acuerdo en que prestar un micrófono a uno, a otro y a otro es muy riesgoso (…) estoy valorándolo porque, aunque regresemos ya no sé si los karaokes van a ser un boom y todos van a querer regresar como antes, además de que es muy costoso y no se si vaya a dar resultados”, agregó.
Su última esperanza para reabrir sus puertas es la llegada de las vacunas anti-coronavirus, sin embargo, sabe que esto no sería inmediato, sino que sería una apertura a largo plazo. Por tanto, analiza un cierre definitivo.
“Me da tristeza y tal vez porque llevo tantos años en esto he aguantado, 10 años en donde trabajé duro para que llegaran clientes al negocio, tuve pérdidas, tuve altas, así como bajas y aguanté cuando el negocio apenas arrancó, dices: es mi negocio, lo cuido, lo quiero, ahí está mi gente; pero llegó esto y estoy considerando cerrar, ya no tengo ingresos y lo único que genero son deudas”, concluyó.