Con la animación de series y películas como Nikté, El Chavo y El Chapulín Colorado animados, la Revolución de Juan Escopeta o más recientemente en Rick y Morty, entre otras, ha sido como Juan Manuel Cisneros, un ilustrador oriundo del municipio poblano de Izúcar de Matamoros, ha demostrado que los sueños sobrepasan las barreras.
En entrevista para El Sol de Puebla, Cisneros recordó que Animex Producciones -una compañía de animación mexicana establecida en Puebla en el año 2000 por Ricardo Arnaíz- fue la primera empresa donde trabajó por dos años. Misma en la que fue parte del equipo que les dio vida a dos de las películas antes mencionadas, antes de migrar a otros estados como Monterrey y la Ciudad de México en busca de más experiencias.
Juan Manuel añadió que, a comparación de hace algunos años, actualmente el internet les ha permitido a los ilustradores expandirse y llevar su trabajo no sólo a otras entidades, sino a otras partes del mundo, lo que le ha dado la oportunidad de colaborar en países como Australia en Teenage Fairytale Dropouts, en Canadá para Apollo Gauntlet, España y Estados Unidos.
“He estado trabajando en diferentes proyectos de otras productoras ya internacionales, he trabajado en series de Australia, de Canadá, de España. En un comienzo si eran proyectos sólo mexicanos, pero en los últimos años se ha abierto más y hemos trabajado mucho más en proyectos internacionales con esta facilidad de internet”, dijo.
En este mismo tenor, el ilustrador recordó la apuesta que las nuevas plataformas de streaming están realizando por las series y películas animadas y sobre todo al talento mexicano.
“El año pasado estuve trabajando en una película que aún no se estrena. (…) Las productoras le están apostando a la animación y a los animadores mexicanos, la verdad, de cuando comencé a trabajar hace doce años, a la fecha, la animación en México ha prosperado bastante, hay más oportunidades de trabajo, hay más estudios en los que trabajar y pues se me hace muy bueno, ojalá y siga aumentando el trabajo”, aplaudió.
De acuerdo a Cisneros, el mundo de la ilustración repuntó durante el confinamiento, al grado de abrirse un mayor número de plazas con el objetivo de tener listas las producciones en menor tiempo, pues la animación no sólo les compete a los pequeños, también se ha colocado en el gusto de los adultos.
“A raíz de la pandemia comenzaron a contratar a mucha gente de fuera para poder avanzar con esos proyectos que estaban, (…) desde el año pasado estoy trabajando en Rick y Morty, es por temporadas, trabajamos dos o tres meses, se termina y después nos vuelven a hablar para trabajar en esa serie”, subrayó.
UN MES PARA DAR VIDA AL ENTRETENIMIENTO
En cuanto al tiempo que un sólo capitulo requiere para llegar al público, Manuel detalló que se necesita de al menos, un mes para ser concluido, no obstante, es una labor en la que todos y cada uno de los miembros de la producción –que en ocasiones llega a superar la centena- deben aportar para continuar ofreciendo entretenimiento.
“Hay quienes se dedican a dibujar los fondos, los que se dedican a diseñar a los personajes y (después) estamos los animadores, los que hacemos exclusivamente la animación que es mover a los personajes, darles vida, ya sea en animación cuadro por cuadro, donde uno tiene que dibujar todo o en animación cut out, donde digamos, ya hay un personaje que es una especie de títere y uno lo mueve”, explicó.
EVOLUCIÓN DE LA ANIMACIÓN
De sus inicios hasta la actualidad, Juan Manuel enfatizó que el mundo de la animación ha tenido grandes avances y reconocimientos, pues antes el máximo referente era la tercera dimensión, una representación usada comúnmente por estudios como Pixar, pero ahora, la de segunda dimensión ha resurgido.
“Había estado relegada muchos años la animación 2D, eran películas como de segunda y últimamente ha estado avanzando mucho la animación 2D. La tecnología de los programas le ha dado más herramientas para darle un aspecto mucho mejor”, recalcó.
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