El lunes hubo vuelta a clases en Ciudad Universitaria (CU) a medias, después de casi dos semanas de paro debido a las protestas por el asesinato de tres miembros de la comunidad estudiantil el pasado 23 de febrero.
La Facultad de Cultura Física de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), primera en levantar las protestas en CU, regresó en el arranque de la nueva semana a las aulas en silencio y sin la presencia del denominado sexo débil, mostrando el músculo el lunes tras responder al llamado del día sin mujeres en todo el país.
Con los carteles con las demandas de los universitarios y de la sociedad aún vigentes sobre las rejas aledañas a CU, y con credencial en mano, los chavos poco a poco accedieron a territorio lobo, custodiado por compañeros acampados desde hace varios días ahí.
Sin identificación vigente o perteneciente a la máxima casa de estudios del estado, de acceder a CU nada. Así se la aplicaban los estudiantes inclusive a los albañiles a cargo de diferentes obras al interior en el campus y de la prensa, mejor ni hablamos... mirando los toros desde la barrera.
Mientras los pocos alumnos en Cultura Física aprovechaban para echar la “cáscara”. Al menos así se les veía desde el otro lado de la verja, donde el aire de asueto irradiaba a lo largo de toda Avenida San Claudio.
Sin duda, la vuelta a los deberes resultó atípica en CU, sin el tradicional trajín de los camiones llenos, del bullicio silenciado de la juventud entre las calles de San Manuel o de la colonia Universidades, de vendedores ambulantes de jugos, tacos de canasta o tortas ausentes porque la venta no les sale.
El lunes las actividades reanudaron en CU, aunque la “normalidad” no.
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