La producción de las ya tradicionales piñatas para las fiestas decembrinas bajó hasta en un 50 por ciento, debido a la cancelación de posadas y de eventos masivos en donde son estos productos los más requeridos, aseveró Marino Pérez Blas artesano del Mercado El Carmen.
En entrevista con El Sol de Puebla, añadió que la pandemia por coronavirus afectó a este sector de artesanos, ya que, si bien desde años atrás llevan realizando piñatas, el alza de costos para los elementos que se utilizan en la elaboración de éstas, subió ante la crisis económica, pues tan solo el kilo de periódico hoy cuesta 35 pesos, lo que con anterioridad podría haber alcanzado para más de dos kilos.
“Llevamos realizando 20 años las piñatas, ahorita no sé qué habrá pasado, pero todavía hace un año tuvimos el precio accesible para la elaboración de la piñata, ahorita tenemos un precio elevado desde el mecate, hasta el papel”, dijo.
Tan solo para la decoración se llega a invertir más de cinco mil pesos, ya que “todo se cayó”, pues el papel que se ocupa aumentó sus precios, esto aunado a los costos de los viáticos, por tanto, este 2020 tienen fe de que las ventas reputen y se gane un poco más de lo invertido.
Por más de 20 años la familia Pérez Blas, elabora estas piñatas para las fiestas de fin de año, por ello antes de la emergencia sanitaria comenzaban la producción desde el mes de septiembre, no obstante, este 2020 los trabajos arrancaron en octubre debido a la falta de pedidos y ante la incertidumbre del comportamiento de la pandemia en la entidad poblana.
De acuerdo con Marino Pérez, en el 2019 realizaron un total de tres mil piñatas, de lo cual, en comparación con este año, no hay comparación, pues hasta la fecha solo llevan 500 de ellas, por tanto, pide que la tradición de las piñatas no se pierda, ya que para ellos significaría dejarlos sin trabajo.
“Ahorita si nos siguen comprando, no en el volumen como lo hacíamos años atrás, porque de un 100 por ciento, vendemos la mitad y eso un poquito menos, no hay muchos pedidos, ahorita llevamos como unas quinientas, pero no es mucho”, añadió.
Asimismo, dijo que él considera que la tradición empieza a apagarse, por ello también han buscado renovarse, para que la gente visite el mercado y se lleve una de sus artesanías, pues su trabajo es laborioso y muchas veces no es bien remunerado ante los regateos de la gente.
Estas piñatas de colores y diferentes tamaños tienen un costo desde los 30 pesos, hasta los 450 pesos, pues dependen del tiempo de elaboración y del material que se use, ya que, si son diseños especiales, implican mayor trabajo, por lo que, estos artesanos poblanos se ajustan a la economía de la ciudadanía.
“Le vamos a parar a principios de diciembre porque se está perdiendo la tradición de las piñatas, lo más vendible son estas, vamos a dar un precio accesible para invitarlos para comprar”, subrayó.
Por su parte, Antonio Pérez, hermano de Marino acotó que para un pedido de 30 piñatas grandes se lleva un tiempo de tres semanas, por lo que de vez en cuando solo trabajan bajo pedidos, ya que con ello el pago es seguro, no obstante, ante un panorama de incertidumbre, lo único que queda es no perder la fe en cuanto una buena venta.