Mientras en Puebla se pospuso la discusión para la despenalización del aborto hasta el siguiente año, la realidad es que los lugares para realizar esta práctica de forma clandestina se encuentran a la vuelta de la esquina, sin contar que la entidad poblana es la tercera a nivel nacional que más pacientes aporta a la Ciudad de México para la interrupción legal del embarazo.
“Embarazo inesperado ¿Estás preocupada? ¿No sabes qué hacer? Nosotros podemos ayudarte. No corres riesgos. Discreción absoluta. Ayuda profesional”, indica un letrero pintado en una barda que se ubica a solo una calle de la presidencia auxiliar de San Baltazar Campeche, en el municipio de Puebla.
El Sol de Puebla se puso en contacto en los números telefónicos disponibles en este anuncio, donde una persona solicita datos de la paciente como su nombre, edad y tiempo de embarazo para agendar una cita en un lugar ubicado sobre la 2 sur, entre 25 y 27 poniente, en la colonia El Carmen, a unas calles del Centro Histórico de la capital.
Como esta, hay muchas opciones al margen de la ley para que mujeres poblanas puedan interrumpir su embarazo, incluso promovida por médicos del sistema de salud público que no pueden realizar esta práctica abiertamente, pero ofrecen una opción por fuera a sus pacientes.
“Se lucra con el aborto, mientras en una institución pública un doctor se niega a hacerte una interrupción legal del embarazo, por debajo de la mesa te pasa una tarjeta y te dice que tiene una clínica privada y ahí lo realizan por 15 mil pesos. Hay un lucro con las necesidades de las mujeres”, afirmó Cinthya Ramírez, activista a favor de la despenalización del aborto de la organización REDefine.
Esto sin contar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un “Manual de práctica clínica para el cuidado del aborto seguro”, donde se emite un protocolo y recomendaciones para llevar a cabo esta práctica de la forma más segura posible, previo a las 12 semanas y basado en pastillas abortivas como misoprostol y mifepristona.
El protocolo está publicado en internet y está disponible para quien tenga acceso a una computadora o dispositivo móvil.
POBLANAS, DE LAS QUE MÁS ACUDEN A CDMX PARA ABORTAR
De acuerdo con datos del gobierno de la Ciudad de México, Puebla es el tercer estado del país que más pacientes aporta para la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), desde que se legalizó esta práctica en 2007.
De 2007 a septiembre de 2020, la propia Ciudad de México encabeza la lista con 158 mil 778 mujeres que acudieron a sus clínicas, seguido del Estado de México con 61 mil 473 y en tercer lugar Puebla con mil 449.
Los costos para llevar a cabo esta práctica en las clínicas especializadas de la Ciudad de México varían de la situación clínica de la paciente, el tiempo de gestación que se tenga, siempre y cuando sea antes de las 12 semanas, y de servicios adicionales que se puedan ofrecer.
En la mayoría de los casos se trata de procesos ambulatorios, donde la paciente puede salir por su propio pie el mismo día y con un tratamiento de supervisión que se puede hacer en casa.
Para estas intervenciones, el precio oscila entre 3 mil y 4 mil pesos, sin embargo, el costo de llevar a cabo esta práctica se puede elevar hasta 5 mil pesos para una mujer poblana si se suma el gasto del viaje y por hospedaje, en caso de que así lo requiera.
RIESGOS MÉDICOS DEL ABORTO
De acuerdo con el doctor y especialista en Ginecología y Obstetricia, José Manuel Madrazo Cabo, una mujer que recurre a un aborto inducido corre una serie de riesgos a su salud, sin importar si lo hace de forma clandestina o en una clínica especializada, que van desde una hemorragia, una infección o la posibilidad de quedar infértil.
“Cualquier situación de aborto provocado, ya sea en casa, en hospitales privados, públicos o clandestinos, puede implicar un riesgo para la salud de la mujer. Eso de hablar de aborto seguro es una mentira”, explicó el especialista, quien también promueve la defensa de la vida a partir de la concepción.
Recordó que son dos los métodos para interrumpir el embarazo. Uno es a través de medicamentos y el otro por medio de una intervención quirúrgica.
“En el que se realiza con medicamentos puede haber complicaciones de hemorragia en casa, si se practica en casa el aborto, una hemorragia que a veces puede llegar a ser de extrema gravedad para la salud de una mujer, puede haber retención de restos del tejido abortado que se quede atrapado y generar una infección que puede complicarse con infecciones generalizadas y efectos secundarios por el uso de abortivos que tienen ciertos componentes relacionados con las hormonas”.
Los riesgos en el caso de una cirugía van desde una hemorragia interna, una infección y puede llegar hasta la perforación del útero, lo que provocaría que la paciente ya no pueda tener hijos en un futuro.
También detalló que, medicamente, este tipo de intervenciones se realizan antes de las 12 semanas porque después de este periodo las estructuras óseas del embrión se vuelven más fuertes y se corre el riesgo de que alguna de ellas se quede incrustada en el cuerpo de la mujer y provoque infecciones.
“En ginecología y obstetricia, los ginecólogos sabemos muy bien que a partir de las 13 semanas uno no debe intervenir con un legrado únicamente para expulsar a un feto porque técnicamente puede haber severas complicaciones muchos mayores, por eso se opta a que sea antes de las 12 semanas y la razón es que antes de las 12 semanas aún no tiene la suficiente fuerza las estructuras óseas, entonces hay mucho más riesgo de dejar incrustado en el útero, con un legrado, estructuras óseas que después se quedan adheridas y se van infectando”.
Finalmente, advirtió que, en caso de aprobarse la despenalización del aborto en Puebla, será la mayoría de los especialistas los que se amparen en la objeción de conciencia para no realizar estas intervenciones, lo que provocará que los ginecólogos disponibles serán minoría y la menos calificada.
“Yo conozco muchos ginecólogos, de los que son buenos ginecólogos, que nos vamos a oponer a hacerlo. Yo podría decir que un ginecólogo que hace bien su trabajo, que realmente es un buen médico, no se va a poner a hacer legrados…El que tiene trabajo, es bueno y el que no tiene trabajo va a buscar la manera de ganar dinero, de la forma que sea, lamentablemente no van a ser los más calificados”.
POBREZA COMO FACTOR DE RIESGO PARA ABORTAR
La discusión sobre la despenalización del aborto también pasa por analizar la condición económica de las mujeres que buscan esta alternativa, pues de acuerdo con la diputada local del PRI e impulsora de una reforma para la despenalización, Rocío García Olmedo, las principales afectadas por la criminalización son las mujeres pobres.
“Las mujeres que deciden abortar es porque ya no tienen otra cosa más que poder hacer, se les cerraron las puertas y pasa por la economía. Esto es de mujeres pobres, las mujeres ricas se van a los mejores hospitales y ahí ocultan que fueron hacer un legrado y las que son pobres van a los lugares clandestinos”.
En ese mismo sentido se expresó la activista Cinthya Ramírez, al señalar que la opción de ir a la Ciudad de México solo es para aquellas mujeres que tienen el recurso para pagar el costo y las que no, no tienen otra opción que recurrir a la clandestinidad.
“Puebla está en los primeros lugares que asisten a la Ciudad de México por una interrupción legal del embarazo y eso nos habla de que las mujeres poblanas están abortando, pero las que tienen dinero acuden a clínicas, pueden recurrir a otros métodos y las demás mujeres llevan a cabo embarazos no planeados o incurren en prácticas clandestinas”.
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