El Sábado de Gloria es la fecha más esperada en el año por los administradores de los balnearios de este municipio, debido a que cientos de personas de todas las edades, saturan estos lugares para convivir con sus familias, degustar carne asada, nadar o, simplemente, asolearse.
Desde las 10:00 horas, las albercas de parques acuáticos como Las Palmas y Ayoa, estuvieron abiertas para los visitantes, quienes, de a poco, iban llegando en autos particulares o en transporte público, llevando consigo bebidas y alimentos, toallas, bloqueador, bocinas y estéreo, balones y salvavidas.
En Las Palmas, que se ubica en el kilómetro 24 de la Carretera Federal Puebla-Atlixco, hacia el mediodía, el lugar lucía por lo menos al 60 por ciento de su capacidad. Con tan solo 50 pesos, que es el costo de acceso, los visitantes entraban a apartar alguna mesa debajo de un árbol.
Con hieleras en mano y bolsos repletos de enseres, los adultos se acomodaban para tomar el sol o para acomodar los alimentos. Los menores corrían al agua con sus salvavidas en forma de cocodrilo o de ganso.
Al recorrer ese balneario, era notorio que hombres o mujeres, cocinaban en las pequeñas parrillas que hay disponibles, nopales y carne. Algunos jóvenes veían sus teléfonos celulares o escuchaban las canciones de moda, acompañando el momento con una cerveza y botana.
La diversión fue para personas de múltiples edades, pues se observaba a adultos mayores que jugaban póker para distraerse. Ellos, con bebidas refrescantes, en shorts y bajo una sobrilla, también encontraron una distracción mientras otros jugaban futbol.
ACAMPAR, ALTERNATIVA PARA ESCAPAR DEL CAOS
Ricardo Ramírez y su familia llegaron desde el viernes 30 de marzo a acampar en Las Palmas, y se irían hasta este domingo por la tarde. Ellos viven en San Lorenzo Almecatla, municipio de Cuautlancingo, y olvidaron el caos de la zona conurbada de Puebla al llegar a dicho parque recreativo.
Pagaron mil 700 pesos para que los 5 integrantes de la familia pudieran estar allí, 3 días y 2 noches. Tuvieron acceso a los servicios básicos, como regaderas y sanitarios, así como un sitio seguro para dormir en completa paz, solo con el zumbido de los mosquitos que rondaban por la noche.
También en Ayoa se ofreció servicio de campamento, por 230 pesos la noche. Allí se observaron diferentes casas de campaña de los usuarios, quienes prefirieron llegar días antes del Sábado de Gloria, para tener un lugar seguro frente a las albercas.
Otros atractivos que ofreció este último parque acuático, fueron DJ, diferentes quioscos con alimentos, toboganes, albercas, temazcal, concursos de voleibol, así como permitir el acceso al público, con sus alimentos y sus bebidas.
Dentro de las restricciones de ambos lugares, solo estaba no acceder con mascotas ni con envases de vidrio.
NOTABLES, VIGILANCIA Y ATENCIÓN AL TURISMO
El olor a cloro de las albercas, la transparencia del agua, los rayos solares y la brisa momentánea, invitaban a cualquier visitante a disfrutar la estancia en el lugar, incluso a quienes tuvieron que laborar entre la diversión, como fue el caso de los elementos de Protección Civil municipal, de los rescatistas y de los policías, a quienes se veía dando algunos rondines por la zona, con la finalidad de atender cualquier imprevisto con los turistas.
Tanto en los balnearios como en la carretera, se podía observar a trabajadores del Ayuntamiento atlixquense, pues el flujo de visitantes se dispersaba tanto en el mercado municipal, como en los viveros, restaurantes, bares y en todo el centro de la ciudad.
Pese a que en diferentes calles de dicho municipio, hay cierres porque se continúa con la reconstrucción de casonas afectadas por el sismo del 19 de septiembre, se apreciaban visitantes por doquier, e incluso, había caos vial en el primer cuadro.
Los plásticos negros que están colocados en los edificios en reconstrucción, eran incluso, atractivos para los visitantes, quienes no dudaban en tomar fotos de las obras.
