Igual que los ambulantes, el comercio establecido del Centro Histórico invade la vía pública para exhibir sus productos o servicios bajo el argumento de enfrentar a la competencia desleal, aunque esto signifique violar el Código Reglamentario Municipal (Coremun).
En calles como el corredor 5 de Mayo, así como de la 8 a la 16 Poniente, son notables las violaciones a la normatividad cometida por los locatarios, cuyas estructuras se mezclan con los puestos de los informales.
El presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez, pidió al Ayuntamiento aplicar las sanciones correspondientes pero justificó el actuar motivado de la invasión permanente de puestos semifijos.
“No está bien lo que hacen los comerciantes, pero es producto de los ambulantes que invaden las calles y generan pérdidas económicas a quienes pagan sus impuestos, rentan un local y promueven fuentes de trabajo formales”, sentenció.
COMERCIO ESTABLECIDO ACTÚA IGUAL QUE AMBULANTES
Una parte de los locatarios del Centro Histórico invade la vía pública, como el caso de banquetas y fachadas. En otros casos, parte de la calle se utiliza con doble propósito: exhibir un producto y apartar el lugar para estacionarse.
Dichas acciones significan violaciones al capítulo 15, artículo 635 del Código Reglamentario Municipal (Coremun, que establece lo siguiente: “Queda prohibida la instalación de puestos temporales semifijos y de cualquier otra naturaleza en la vía pública, con excepción de los casos en que se celebran fiestas tradicionales y de aquellos previstos expresamente en el Capítulo de Comercio Ambulante, Semifijo y Prestadores de Servicios en la Vía Pública del presente Código Reglamentario!.
Además el capítulo 17, en su artículo 17, señala que tienen la obligación de retirar de la vía pública toda “construcción o instalaciones superficiales” sin permiso o autorización.
De por sí es complicado caminar por el perímetro comprendido entre 5 de Mayo-5 Norte y 6 Oriente18 Poniente no solamente por la infinidad de puestos ambulantes, sino también por la exposición de productos y servicios a cargo del comercio establecido.
Los casos más evidentes se concentran a lo largo de la 16 Poniente, a cargo de vendedores de pescados y mariscos que ocupan la acera de la calle para sacar charolas o cajas generando, además, un fuerte olor y agua regada.
Igual pasa en esa misma vialidad entre la 3 y 5 Norte, donde se muestran juguetes de plástico, los cuales no solamente están en fachadas, también en banquetas, afectando el paso de las personas.
La calle de la 14 Poniente, conocida por la concentración de productos de ferretería, principalmente para plomería, de igual modo, contribuye a ignorar la ley y expone estufas de gas, tazas de baño y conexiones de cobre.
La historia se repite igualmente en el corredor de la 5 de Mayo, considerada la parte más “limpia” de puestos. Los muros o paredes externas son utilizadas como exhibidores de calzado o de ropa e incluso para colocar sillas y sombrillas de restaurantes.
Debido a la temporada de Todos Santos y de Halloween, las banquetas son aprovechadas como extensiones de las tiendas e, igualmente, misma estrategia sucede con quienes venden calzado deportivo y ropa en la calle 8 Poniente entre 5 de Mayo y 5 Norte.
Por su parte, puestos de cemitas y de cartón o aluminio afectan el paso peatonal en calles de la 10 Poniente pese a no existir presencia de ambulantes.
Igual sucede en cercanías al zócalo capitalino, como el caso de la calle 3 Oriente, donde el bar denominado McCarthy’s, utiliza un árbol para colocar un banner o display que promociona sus ofertas de la semana.
