Aprender a convivir es uno de los principales retos a los que se enfrentarán los alumnos una vez que se retomen las clases 100 por ciento presenciales a partir del próximo 25 de abril, ya que el confinamiento ha dejado secuelas a nivel emocional en los estudiantes, consideraron investigadores en materia educativa de la UPAEP.
En conferencia de prensa, Paula Rodríguez y Gabriela Croda Borges, catedráticas de la Facultad de Educación de la UPAEP, coincidieron en que durante el modelo educativo híbrido, aplicado hasta antes de las vacaciones de Semana Santa, ya se pudo apreciar que las y los alumnos presentan dificultades para la socialización.
“Sobre todo en educación básica, la principal situación tendrá que ver con las relaciones que se generan al interior de la escuela, en todo este tiempo donde ha habido confinamiento, donde ha habido circunstancias educativas y sociales distintas, sin duda para los niños y jóvenes representa volver a una nueva realidad, en donde será importante salvaguardar la salud y para los maestros el enorme reto de retomar la integración de los estudiantes”, explicó Croda.
Detalló que es importante que los docentes aborden los programas de estudio diseñado, pero den prioridad a aquellos que representan los mensajes relevantes y pertinentes para la nueva realidad.
Paula Rodríguez, quien también es directora de la licenciatura en pedagogía, destacó que no se puede dejar de lado el hecho de que el rezago educativo incrementó durante la pandemia y todavía no se ha alcanzado la nivelación necesaria, por lo que éste es otro reto a atender durante el retorno total a las aulas.
“Sin duda el rezago se ha acentuado, hay estudios que así lo refieren, tanto en educación como en los ámbitos de la vida humana, pero en este caso estos rezagos nos plantean la necesidad de redoblar los esfuerzos, repensar la educación, dar prioridad a los aprendizajes relevantes, situarlos en contexto e ir trabajando desde lo educativo en generar y favorecer nuevas formas de educar”, acotó.
Las especialistas coincidieron en que los docentes se han visto obligados a innovar para atender los retos educativos que plantea la pandemia y, a su juicio, la contribución más importante que han hecho ha sido la resiliencia frente a los cambios en el proceso de enseñanza aprendizaje, que tuvo un momento a distancia, después hibrido y ahora se retomará presencialmente.