Ganar terreno y respeto en empleos en los que tradicionalmente fueron sólo seleccionados para varones, han sido los retos al que mujeres como Victoria, Nancy y María Guadalupe se han enfrentado desde su llegada al rastro municipal, sin embargo, han sido esos mismos sus motivos para levantarse cada día y lograr que los poblanos consuman carnes de calidad.
Con orgullo del trabajo que ahora desempeñan y de sus logros, recordaron sus duros inicios como inspectoras sanitaristas externas, mismos en los que les cerraron puertas, les impidieron revisar e incluso les lanzaron malas palabras sólo por desempeñar su trabajo.
“Hay lugares en donde muchas veces llegas, tocas puertas y te dicen “no puedes pasar” y no hay respeto, entonces sí hemos tenido malas experiencias en ese aspecto, en lo personal, si he tenido experiencias duras, obviamente te marcan (…) anímicamente de pronto si te golpean ese tipo de actitudes, ese tipo de groserías, pero poco a poco vas haciendo fortaleza porque al fin de cuentas tenemos un objetivo”, comentó Victoria.
Con perseverancia, palabra diaria de Nancy, manifestó que ha tenido que intentar concretar su misión en varias ocasiones, hasta lograr que el locatario le permita ingresar y verificar su producto, porque de no hacerlo y dejar que venda carne en mal estado, los ciudadanos podrían enfermar.
Lamentablemente, añadió que, por ser trabajadora del municipio, los vendedores se tomen personal su insistencia por cumplir con sus actividades y al no ver que ella también es un ser humano, opten por insultarla.
“Es una misión que se pasa dos, tres veces hasta conseguir el objetivo porque no podemos dejar una sola zona o lugar sin inspeccionar porque viene siendo nuestra responsabilidad, muchas veces nos insultan (…), pero lamentablemente las personas no piensan que nosotros somos seres humanos fuera de lo que es un gobierno y la gente se lo toma personal”, compartió.
Con la fuerza del conocimiento y la profesionalidad, María Guadalupe, quien ahora es la encargada del Departamento de Inspección Sanitaria Externa, donde de seis inspectores, cinco son mujeres, destacó que se puede salir adelante, ya que al explicarle a los carniceros la importancia de su verificación y agotar sus dudas, será como ellas puedan cumplir con sus objetivos.
“Se tiene que hacer de tripas corazón al momento de entrar, desde ver el establecimiento, una vez entrando, tienes que armarte todavía de valor para esperarte cualquier cosa (…), pero pienso que te saca adelante y he insistido mucho en este tema, el aspecto profesional, el conocimiento, el explicarle a la gente cuál es tu función, qué es lo que vas a hacer, eso lo hemos comprobado”, subrayó.
Si bien hasta el momento y pese a ser pocos, predominan las mujeres en el departamento, María Guadalupe destacó que no se cierran a contratar también a los hombres, pero hasta el momento se ha visto un gran cambio con el desempeño de las inspectoras, gracias al toque femenino que dejan en cada una de sus diligencias.
“No estamos cerrados a contratar médicos, pero es más fácil médicas (…). El permitirnos inspeccionar y ver nuestro trabajo técnico totalmente, con esos toques femeninos, tengo que decirlo, eso nos ayuda muchísimo”, expresó.
LA VIDA EN EL RASTRO
“En un mundo en el que pensamos que la feminidad no puede caber, existen médicas que se maquillan, (…) que van felices a trabajar en un mundo que históricamente fue destinado a los hombres, el Rastro Municipal”, enfatizó la enlace de comunicación de la Industria de Abastos de Puebla (IDAP), Mónica Franco.
En esta misma intervención, explicó que, aunque el número de empleados varones continúa siendo mayor, en estos últimos años la IDAP, mejor conocida como el Rastro Municipal, ha abierto sus puertas a las mujeres interesadas en formar parte del equipo, logrando así que, de los 25 trabajadores, tres sean mujeres.
Asimismo, comentó que ellas también participan en los procesos de sacrificio que todos los días se realizan en diferentes horarios, dependiendo de la carne a producir, tales como el cerdo, el borrego, la res o el pollo.
“Esta es la primera ocasión en la historia del Rastro Municipal que se le da apertura a las mujeres a un proceso en el que históricamente solo tenían cabida los hombres.”, aseguró.