Es mejor comprar un árbol navideño natural en una reserva ecológica de México que en centros comerciales ya que los primeros puede durar hasta 5 meses, en contraste con los otros, que “pueden ser inservibles” en menos de 30 días.
Lo anterior fue dado a conocer por integrantes de la familia Gómez Rivera, productores y propietarios de un predio de más de 14 hectáreas, que siembran pinos en el Rancho Xoxocotla, perteneciente al municipio de Ixtacamaxtitlán.
Ahí, entre los montes de la comunidad de Cruz de León, Eladio Gómez y su hijo Heriberto siembran desde hace 17 años árboles de navidad; vieron los frutos de su plantación apenas en 2011. Empezaron ofertando 50 y actualmente tienen una capacidad de venta de hasta 3 mil ejemplares.
Heriberto Gómez destacó la importancia de que los árboles navideños provengan de terrenos poblanos y que se venden desde las reservas ecológicas para que se elijan por las familias hasta en puntos estratégicos de la ciudad de Puebla, puesto que reiteró que “tienen mayor tiempo de vida”.
“Los centros comerciales hacen grandes compras de árboles que son cortados desde septiembre-octubre, pero esas plantas son refrigeradas para pasar la frontera de Estados Unidos a México y cuando ya llegan aquí los sacan fríos; esos árboles están deshidratados y se les caen las hojas. Los comprados aquí en Puebla son frescos, por eso hay algunos que pueden durar hasta 5 meses”, expuso.
Asimismo, dio a conocer que cuando se vende un árbol natural se entrega con madera del propio árbol para que conserve su olor y su frescura. Sin embargo, en las tiendas departamentales se ofertan con “madera de desecho”, misma que podría ser de cajas, lo que no ayuda a mantener las hojas verdes.
“UNO HUELE A NAVIDAD”
En Ixtacamaxtitlán se plantan tres tipos de árboles: el ayacahuite, oyamel (Abies religiosa) y Pinabete (Abies guatemalensis), los cuales, de acuerdo a su tamaño, pueden oscilar entre los 1.80 a 4 metros y representan un costo de 500 a mil 200 pesos.
De acuerdo a los productos, el oyamel es la “planta que huele a Navidad” y la más comprada, seguido del pinabete, que visualmente es más atractivo por las múltiples hojas, pues lo han definido como “el árbol pachoncito”.
“La gente que viene al bosque a buscar su árbol lo hace principalmente por un oyamel, por su olor a Navidad. Desde que se mete a su casa se mete su aroma. Los otros sí tienen olor pero es menos perceptible”, agregó.
Heriberto Gómez Rivera destacó que desde que se siembra un árbol hay un periodo de 7 a 14 años para que crezca para su venta. Además de que durante el año se realizan trabajos de poda, fertilización y fumigación.