Obtener un estatus económico alto, ganar aceptación o competirpor la adquisición de bienes materiales son algunos de losdetonantes para que los poblanos participen en el Buen Fin, lo cualles podría provocar, luego de gastos y deudas, frustración,depresión y enojo, coincidieron especialistas en psicología delInstituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Universidad PopularAutónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y el Tecnológico deMonterrey.
El Buen Fin está cerca, y con ello una invitación para que lospoblanos realicen una serie de gastos que podrían serinnecesarios, aunque es por medio de la publicidad que soninfluenciados y desarrollan, también, necesidades mecánicas deconsumismo.
No obstante, se puede considerar como un problema de saludcuando las personas realizan compras compulsivas, que estánrelacionados con vacíos existenciales por estados de depresión oangustia, que a su vez provocan tristeza o soledad.
La psicóloga del IMSS Elizabeth Cuevas Soria refirió que losanuncios a través de los medios de comunicación bombardean a losconsumidores y en temporadas como el Buen Fin -que se llevará acabo del 17 al 19 de noviembre- son los causantes de sensacionespara buscar un estatus social elevado, aceptación, competencia oaprobación por parte de quienes los rodean.
Es decir, con la compra de diferentes productos, la gente creeque proyectará que tiene más recursos económicos o que seráaceptada por otros círculos sociales.
Dijo que por medio de las compras los consumidores atraídos porlas presuntas ofertas tienden a desarrollar ideas como “ya tengoalgo”, “soy feliz” o de realización.
Sin embargo, agregó la psicóloga de la UPAEP María del CarmenMora Ávila, tras el sentido de pertenecía que adquieren losconsumidores desarrollan otro tipo de emociones, como depresión,ira o tristeza en cuanto se dan cuenta de las deudas que adquierenya sea porque realizaron cargos excesivos a las tarjetas o pidieronpréstamos y hasta gastaron sus aguinaldos.
Señaló que el prototipo de ser una persona de éxito dura muypoco tiempo, toda vez que en cuanto termina el sentimiento desatisfacción inician los procesos de asimilación respecto a lasdeudas que se fueron adquiriendo.
“Hay una tendencia a dejarse influenciar por los medios decomunicación y por las personas que están junto a nosotros;entonces, se puede caer en este deseo de hacer compras sinanalizarlo”, dijo.
MERCADOTECNIA OBLIGA ACOMPRAR
Por su parte, el psicólogo del Tecnológico de Monterrey CampusPuebla Karol Herrera Valencia consideró que es por medio de lapublicidad que las empresas y marcas consiguen que la gente seconvierta en consumidora mecánica y adquiera productosinsignificantes.
Señaló que la mayoría de los consumidores se basa en laadquisición de ropa o artículos de tecnología como televisionesy computadoras, aunque esto se trata de una forma de manipulacióna la que están expuestas las personas aun cuando sonpequeñas.
Asimismo, refirió que la gente se reta a sí misma al buscar lamayor cantidad de necesidades que pueda satisfacer.
Los especialistas confirmaron que no todas las personas queparticipan en estos eventos de promociones lo hacen de manerainconsciente, pues muchas de ellas desde hace varios meses planeansus compras y realizan solo los gastos contemplados para laadquisición de productos que necesitan.
O, por el contrario, saben que esta no es una buena temporadapara realizar compras, pues los precios están elevados encomparación con otros meses.
CONSUMISMO BUSCA LLENAR UNVACÍO
Las especialistas del IMSS y la UPAEP opinaron que elconsumismo, como un problema más grave, existe para llenar algúnvacío: desde una pérdida personal hasta una decepción. Lossentimientos que invaden a los individuos son tristeza, angustia,soledad o pensar que su vida no es como la quisieran.
Resaltaron que estas personas tienen la necesidad de comprar,endeudarse y vivir como la alegría de haber adquirido algúnproducto deseado que no tendrá una duración mayor a un mes.
“La compra compulsiva es este afán desmedido, fuera decontrol, que se presenta por adquirir cosas y no solamente tiende aser en fechas como esta, como la del Buen Fin o Navidad, o fechasmuy específicas, sino que es a lo largo de toda la vida; sepodría decir que es un tipo de adicción”, dijo Mora Ávila.
Explicó que la gente que padece por las compras compulsivas nopuede controlar la sensación que le genera el hecho de adquirirproductos deseados, aun cuando esto le provoque deudas.
La mayoría de estas personas tiene un historial crediticiolleno de deudas y todas las semanas se siente con la necesidad degastar.
“Tiene mucha relación con estados depresivos o estados deangustia, en los que la gente reporta que una vez que revisa lascompras tienden a sentirse mejor; es decir, los usan para cambiaresta sensación de tristeza o de ansiedad”, comentó.
