En San Antonio Abad, Bosques de Manzanilla y Manuel Rivera Anaya los vecinos caminan con miedo, prefieren no salir en la noche por los frecuentes asaltos y el reciente hallazgo del cuerpo de una mujer en descomposición bajo el puente que conecta a estas colonias.
Hombres y mujeres aseguran que la zona es pesada, registra muchos robos, pero no solo en la noche, también durante el día cuando estudiantes y trabajadores han sido despojados de sus celulares, bolsa o dinero, por hombres que se esconden en las barrancas aledañas.
“En esta colonia muchas personas le van a decir lo mismo, están las lámparas, pero nunca han funcionado. A las personas que trabajan en las fábricas de acá los han asaltado, les han robado en el día o en la noche”, dice un hombre mientras señala con su mano las fábricas de la zona y advierte que no es la primera vez que encuentran personas muertas.
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El puente también es escondite de ladrones y drogadictos, quienes, según los vecinos, esperan a que las víctimas vayan solas para actuar, en plena luz del día o en la noche.
Vendedores de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya y las colonias San Antonio Abad y Bosques de Manzanilla, saben de la peligrosidad que implica caminar por las vías del tren o el paradero de la línea 1 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA).
“Parece boca del lobo. Lo que pasa es que aquí no hay alumbrado suficiente, en la barranca está muy feo, ahí se esconden los malhechores”, asegura Victoria, quien evita abundar sobre la inseguridad en estos lugares, pero afirma que existen vecinos organizados, hay una alarma y una cámara de videovigilancia, pero los delitos no han disminuido.
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Un comerciante de nombre Felipe cuenta que en las vías del tren y el paso del metrobús están sin luz y en las barrancas muchos jóvenes que esconden para drogarse, pero no son de la Rivera Anaya, sino de Amalucan, y lo sabe porque la mayoría de los vecinos se conocen.
Justamente esta semana a un habitante le robaron su tanque de gas y lo busca entre los vendedores de la colonia que revenden ropa, zapatos, electrónicos, juguetes y libros.
Felipe fue velador y asegura que cuando hacia rondines en las vías del ferrocarril no tenían armas para defenderse en caso de encontrarse con malhechores. “Un velador solito no puede hacer nada, aunque estén asaltando a una persona, aparte los veladores de las juntas auxiliares andan desarmados, no les autorizan tener armas”, dijo.
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“SON MARIHUANOS LOS QUE ASALTAN”
Otros vecinos aseguran que varios “marihuanos” se concentran en el puente y cuando los ven prefieren correr porque tienen miedo a que los asalten y les quiten sus pertenencias.
“Está muy oscuro, aquí da miedo pasar a las 9, yo vivo en la otra calle, pero el puente está muy oscuro, entonces eso da pie a que haya marihuanos, aquí se paran. Aquí no hay seguridad, hay que pasar corriendo”, dice una comerciante quien asegura que en el paradero del metrobús también roban y las lámparas dejaron de funcionar con la entrada del RUTA.
En el puente donde ocurrió el hallazgo, hombres y mujeres, se reúnen para hablar del suceso, una de ellas afirma que desde el viernes 18 de octubre olía a descompuesto y era el cuerpo de la mujer que estaba en estado fetal y fue tapado con una cobija.
Fue hasta el lunes 21 de octubre cuando un vendedor dio aviso a las autoridades quienes localizaron a la fémina bajo el puente que divide a la colonia Bosques de Manzanilla con la unidad habitacional Rivera Anaya. “Yo traje aroma para que no huela tan feo, desde el viernes ya olía, dicen que fue alguien que conoce bien el terreno”, dice un vecino.
Aunque hay patrullas, los habitantes afirman que solo hacen rondines o patrullan el metrobús para cuidarlo, pero no se quedan de planta para proteger a los estudiantes, trabajadores, comerciantes y quienes a diario se trasladan a sus lugares de trabajo.
Otros habitantes de Bosques de Manzanilla y San Antonio Abad coincidieron en que la delincuencia se registra en toda la ciudad de Puebla, pero se agrava en estas colonias por la falta de policías municipales que hagan su trabajo y los protejan.
