Carlos René Rojas Domínguez desapareció a la edad de 36 años mientras viajaba de Nayarit a Puebla, tomó una línea de nombre “Autobuses Coordinados de Nayarit ACN”, pero nunca llegó al territorio poblano. Su madre, Martha Domínguez ha tenido que emprender su propia investigación para dar con su paradero, pues es como si la tierra se lo hubiera tragado.
Carlos desapareció el 4 de noviembre del 2019 era un comerciante que se dedicaba a vender zapatos y viajaba constantemente de Puebla a Nayarit. El día que quedó que iba a llegar a su casa, no hubo señales de él, esta situación se le hizo extraña a su familia y la preocupación creció cuando le marcaron y el teléfono mandó directamente al buzón.
“Tuvo que haber llegado a su casa en Puebla, pero nunca llegó. Fui a preguntar a los autobuses en donde él viajó, están afuera de la CAPU y la señorita me confirmó que sí había viajado un Carlos Domínguez, pero no me quisieron enseñar las cámaras porque no tenía autorización, pero que si quería podía esperar al chofer que había manejado en ese viaje”, compartió.
La señora esperó al conductor, pues era su única esperanza para tener información de su hijo, pero al llegar esta persona se comportó muy grosero, incluso prendió el vehículo antes de la hora programada. Martha rápidamente le preguntó por su hijo y él sólo dijo: ah el borracho, lo bajé en Guadalajara.
“El conductor me dijo que viajaba en estado de ebriedad y que no podía viajar así. Yo le dije que estuvo mal eso que hizo, pero él insistió que estaba en un mal estado. Se me hizo raro que lo dejaran entrar al vehículo desde el principio si estaba borracho y más raro que lo dejaran a la mitad del camino. Y así quedó todo, no nos quiso apoyar”, comentó.
Pasaron dos días y no hubo señales de Carlos. La familia tiene muchos conocidos en otros estados y empezaron a avisar a todos para ver si Carlos llegaba a pedir ayuda, pero nadie había sido contactado y cuando intentó levantar la denuncia se encontró con su primer obstáculo: los limites territoriales, pues los hechos no pasaron en Puebla, sino en Guadalajara.
“Decidimos ir a Guadalajara y buscarlo, pero hasta ahorita no sabemos nada. No sabemos qué pasó, no sabemos para dónde jaló y aquí en Puebla están sus tres hijos esperándolo. Abrimos la carpeta de investigación en Guadalajara, hemos ido a los hospitales, albergues, en los puentes, en la sierra de ese estado y nada, nadie me sabe dar razón”, agregó.
En su momento pidieron apoyo de Autobuses Coordinados de Nayarit ACN, pero la empresa le cerró las puertas y la Fiscalía de dicho estado a veces se comunica, a veces no y la distancia también complica el caso, pues la familia no tiene recursos para acudir constantemente y ejercer presión con las autoridades de dicho estado.
“Me siento a veces con los brazos cruzados, pero sigo en la búsqueda, cuando llego a ir a Guadalajara voy a la Fiscalía, al SEMEFO (Servicio Médico Forense), pero regresó a Puebla sin nada porque no encuentro respuesta (…) el nombre del chofer está anexado en la carpeta de investigación y el número de autobús, pero nadie da respuesta, no me atienden cuando voy y pone de pretexto que tienen otras diligencias, no les importa que viajó desde Puebla”, externó.
Durante estos años la señora Martha ha tocado fondo, pero cuando creyó que ya no podía más conoció al Colectivo Voz de los Desaparecidos, todos sus integrantes le han hecho saber que no está sola y la han orientado para pedir apoyo en Puebla, sin embargo, en la FGE sólo le han dicho que pueden colaborar, pero que el acta correspondiente está en Guadalajara
“Son tres largos años que yo no sé nada de mi hijo, hoy ya lo platico sin llorar, pero es muy doloroso, sólo espero que las autoridades de Guadalajara hagan su trabajo y que las autoridades de Puebla no me dejen sola y que me apoyen”, concluyó.