Con incertidumbre sobre el retorno a clases presenciales y afectaciones en los proyectos de investigación y servicios escolares, transcurre la vida académica de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) a 49 días de que inició un litigio por su control, físico y administrativo, entre la Fundación Mary Street Jenkins y un patronato designado por la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado.
Aunque las clases del periodo de Otoño se mantienen a distancia, debido a las condiciones sanitarias provocadas por la pandemia de Covid - 19, profesores y alumnos señalaron que no hay certeza de cuándo volverá la normalidad a la universidad, porque por ahora no pueden ingresar al campus.
Miguel Ángel Méndez Rojas, profesor del departamento de ciencias químico biológicas, expresó que el conflicto en la UDLAP ha generado afectaciones incluso de tipo anímico, ya que el personal docente no tiene la posibilidad de ingresar a preparar cursos o al menos a recoger objetos personales.
"Es una afectación incluso anímica, porque no es lo mismo estar trabajando sabiendo que en algún momento pues teníamos la oportunidad de regresar si necesitábamos algo de nuestra oficina, objetos personales que ahí están y ahorita no tenemos posibilidad de recuperar porque no podemos acceder".
El docente consideró que no hay condiciones para que él y sus colegas acudan al campus, ya que se ha seguido observando la presencia de policía armada en el interior y quienes tienen a resguardo la universidad "solo están ahí", pero no hay una autoridad a la cual reconozcan y puedan pedirle seguridad.
Añadió que aunque el modelo híbrido se aplazó para el 30 de agosto, no hay certeza de que se pueda adoptar para esa fecha, debido a los conflictos legales; pero también se están viendo afectadas la preparación de protocolos para tal fin y diversos proyectos de investigación.
"Algunos colegas ya estaban regresando de forma escalonada a actividades de investigación, porque tenemos proyectos que tienen una serie de compromisos externos y pues también están afectados en el sentido de que no tenemos continuidad, los proyectos están detenidos, hay reactivos que se están echando a perder y esto significa pérdidas de miles de pesos".
Añadió que cuando los profesores emitieron un posicionamiento respecto al conflicto legal, recibieron "una respuesta intimidante" de quienes tienen a resguardo la universidad, en el sentido de que no deberían opinar sobre la situación.
Por lo anterior, dijo que solo confía en que ambas partes den prioridad a la educación por encima de los conflictos legales, especialmente quienes tienen a resguardo el campus, teniendo en cuenta que la universidad ya había hecho un esfuerzo para cumplir con los protocolos necesarios y ofrecer clases presenciales.
Alumnos de la institución también manifestaron que el conflicto legal ha perjudicado su formación académica, tal es el caso de Elías Gutiérrez, quien a través de redes sociales urgió que permitan a quienes están matriculados en la carrera de medicina volver a clases presenciales.
El estudiante señaló que la situación actual del campus tiene como principales afectados a los alumnos, ya que su desempeño no está siendo el mismo ante la imposibilidad de acudir a los laboratorios.
Otros se quejaron de las dificultades para acceder a los servicios administrativos de la universidad, ya que están teniendo problemas en departamentos como el de crédito y cobranza.
Recientemente, el movimiento #YoSoyUdlap, integrado tras el conflicto legal del campus, acusó que el patronato que mantiene el control de las instalaciones ha recurrido a la intimidación y al acoso para tratar de entablar diálogo con el alumnado.
Finalmente, es importante señalar que mientras las clases se mantienen en línea, la UDLAP mantiene habilitada una oficina virtual de servicios escolares para atender a los estudiantes y se puede agendar cita a través de la página www.udlap.mx/agendatucita.