Perfectas. Esta es la única palabra que se le viene a la mente a Andrea Aguirre cuando habla de sus cuatrillizas, las pequeñas nacidas hace una semana en Puebla y con quienes este día festejará su primer Día de las Madres a pesar de que las niñas continúan hospitalizadas.
El mejor regalo que Andrea pudo recibir este día es que las cuatro niñas están sanas, aunque podrían permanecer por lo menos otras tres semanas en el área de cuidados intensivos, pero se reportan como estables.
La madre primeriza no tiene palabras para describir la emoción que embargó su corazón cuando le dijeron que en su vientre, hace más de siete meses, albergaba cuatro vidas.
Durante unos minutos estuvo en una especie de trance, pues, como es común en las familias mexicanas, lo primero que le cruzó por la mente fue el reto económico que se avecinaba en su vida y la de su esposo.
"Todo sucedió muy rápido", pronunció Andrea en la víspera del festejo por el Día de las Madres. Parece que su embarazo solo duró unos minutos, pues no tuvo achaques o algún tipo de complicación e incluso fue programada para el 2 de mayo, y su sorpresa cuando llegó al Hospital de la Mujer fue que ya había comenzado la dilatación.
"Cuando me informaron que estaba embarazada de cuatro no entendía nada, porque en el monitor solo veía cuatro puntitos y después pude escuchar sus corazones", pronunció la joven madre.
Ahí fue cuando se dio cuenta de que iba a vivir una gran aventura, pues su reto ahora está multiplicado por cuatro. Está segura de que las experiencias que vivirá de ahora en adelante la harán única entre todas las familias, toda vez que pocas mujeres tendrán la oportunidad de contar dichas vivencias.
Las cuatrillizas aún no van a casa, pero sus padres ya tuvieron contacto con ellas, sin embargo, los médicos han sido muy cuidadosos con la intención de que las pequeñas sigan madurando.
Andrea ya tuvo la oportunidad de abrazar a las niñas y, aunque no ha sido por mucho tiempo el contacto con ellas, ha sido único e indescriptible, por lo que al ser cuestionada sobre cómo son, su única respuesta fue "perfectas".
Debido a las prisas después de que nacieron, a pesar de que desde el quinto mes de gestación ya conocían el sexo de las niñas, los padres no han decidido los nombres, por lo que esperarán a que salgan del hospital y de esta forma iniciar la gran aventura.
Esperanza González, abuela de las cuatrillizas, cuenta que cuando su hija le dio la noticia sobre el embarazo múltiple no lo creía, aunque después comenzó a imaginar cuál podría ser el género de los bebés y, luego, a ilusionarse con el momento en que podrá tener contacto con ellas.
Toda la familia de los jóvenes padres está entusiasmada con el nacimiento de las cuatro pequeñas, al grado de que prácticamente se han organizado en una especie de calendario para cuidarlas y poder brindarles su amor.
La familia ahora requiere del apoyo de la sociedad, con pañales o ropa para las niñas, por lo que pidieron que sea a través de El Sol de Puebla, ubicado en la 3 Oriente 201 en el Centro Histórico, que los interesados en auxiliarla hagan contacto directo con ella.
