Por segundo año consecutivo, los centros penitenciarios en Puebla presentaron deficiencias y carencias que no alcanzaron una calificación aprobatoria en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) correspondiente a 2022, pues obtuvieron apenas 5.02 de puntuación.
El diagnóstico elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) destaca entre las principales deficiencias el autogobierno, falta de sanciones a los internos, extorsiones, sobornos, inadecuada integración de expedientes técnico-jurídico, falta de higiene, incorrecta atención a grupos vulnerables, entre otras.
El organismo defensor de los derechos humanos indica que Puebla obtuvo la quinta calificación más baja en el país. De igual manera, de las 16 cárceles en la entidad poblana, 13 obtuvieron una calificación menor a 5.9 puntos en una escala de cero a 10, a excepción de los ubicados en Ciudad Serdán, Teziutlán y Tlatlauqitepec que obtuvieron una calificación entre seis y 7.9 puntos.
Huejotzingo y Zacatlán, con más bajas calificaciones
El Centro Penitenciario Distrital de Huejotzingo es el que tuvo la evaluación más baja, con 3.12 puntos. Entre las principales características identificadas destacan deficiencias en los servicios de salud, en separación de hombres y mujeres, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, hacinamiento y sobrepoblación.
También se ubicaron deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, poco personal de seguridad y custodia, presencia de extorsiones, sobornos y actividades ilícitas.
La cárcel de Zacatlán también registró una de las calificaciones más bajas, pues fue de 4.10 puntos, debido a que no hay condiciones de higiene en instalaciones de la cocina, comedor, áreas deportivas y médica. Tampoco hay normatividad para regir al centro, deficiente integración de expediente técnico-jurídico y poca atención a mujeres, personas adultas mayores, con discapacidad o de la diversidad sexual.
El penal de San Miguel fue el tercero con la puntuación más baja, pues esta fue de 4.16 puntos, ya que la CNDH encontró falta de personal de seguridad y custodia, deficiente separación entre procesos y sentenciados, falta de actividades deportivas, educativas, laborales y de capacitación. De igual manera insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.
El resto de los centros penitenciarios con cifras negativas obtuvieron las siguientes calificaciones: Tehuacán con 5.40, San Pedro Cholula 4.93, Huauchinango 5.07, Acatlán de Osorio con 4.65 puntos, Tecamachalco con 4.60, Chignahuapan con 4.26, Libres con 4.91, Tepeaca con 4.99, Xicotepec con 4.98 y Tecali con 5.37 puntos.
Ciudad Serdán, de los mejores calificados
En tanto, el centro penitenciario de Ciudad Serdán obtuvo 6.75 puntos, que fue la calificación más alta del estado, aunque en la revisión también se detectaron deficiencias en los servicios de salud, falta de personal de seguridad, inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad.
En contraste, sí hay atención a personas indígenas y con VIH/SID, así como un correcto número de personas privadas de la libertad con relación a su capacidad.
Otro caso de puntación alta es el de Teziutlán, con 6.5 puntos, aunque la supervisión se encontró falta de higiene en cocina y área médica, falta de actividades deportivas y educativas, así como deficiencia en la atención a mujeres y menores que viven con ellas. Sin embargo, no se encontraron actividades ilícitas, tampoco autogobierno, extorsión ni soborno.
Finalmente, la tercera y última cárcel en la entidad con calificación aprobatoria fue la de Tlatlauquitepec con 6.43 puntos. En la revisión se encontró falta de supervisión del centro por parte del titular, deficiencia en la alimentación, inexistencia de materiales e higiene de instalaciones para la comunicación con el exterior, falta de actividades educativas y deficiencia separación entre procesados y sentenciados.
En contraste, fue bien evaluada por contar con materiales e higiene de talleres o áreas deportivas, ausencia de autogobierno, inexistencia de actividades ilícitas, extorsión y sobornos.