Unos doscientos negocios, en su mayoría formales, han cerrado a causa de las obras inconclusas que refleja el proyecto de ampliación de la carretera federal a Atlixco, a la altura de Chipilo, pues desde hace tres años iniciaron y no han sido terminadas.
El empresario, Arturo Hernández Davy, al respecto comentó que la situación que enfrentan como generadores de empleo es grave y delicada, porque el comercio establecido no puede reactivarse, debido a los constantes cambios en la obra y suspensiones temporales en su ejecución.
“Ya suma tres años esta obra, desde que empezaron la ampliación de esta vialidad federal, primero iniciaron en el tramo Tlaxcalancingo y desde ahí empezó a afectar el comercio establecido, ha sido un batallar y cuando pensamos que había avances, vemos como los trabajadores volvieron a abrir donde según ya habían terminado y luego se demoraron en el levantamiento de los puentes elevados y pues es una situación que no termina, porque apenas volvieron a parar las obras que se hacen en el tramo de Chipilo, porque se reportó el deceso de dos trabajadores y porque en algunos tramos se les olvidó meter el drenaje”, externó.
El declarante, quien dijo ser propietario del restaurante La Parrilla de Chipilo y Salón Tarantela, expresó que, en los últimos tres años unos 200 negocios, tanto formales como informales dejaron de operar por las obras.
En caso de que los continúan vigentes –puntualizó - los propietarios enfrentan bajas ventas y una lenta reactivación económica en estos tiempos de pandemia del Covid 19.
Al igual, lamentó que, en esta época de lluvias, en esta vialidad se reporten inundaciones, lo que complica los escenarios ya descritos.
“Unos 40 negocios estamos en problemas serios y no vemos que haya fecha para que terminen este proyecto”, concluyó.