Vecinos del Fraccionamiento Villa Frontera, segunda sección, han decidido cerrar tres de cinco calles que se encuentran en esa unidad habitacional, debido al aumento de la inseguridad, que inició en 2012 cuando se construyó la lateral de la autopista México-Puebla.
Con cadenas y piedras, han clausurado el acceso a los vehículos debido a que ocurren alrededor de cuatro robos a casa habitación, a transeúntes y autopartes, por semana, aun estando presentes los habitantes.
Mary Paz Toss, vecina del fraccionamiento, comentó que todo empezó hace unos años cuando con la construcción de dicha lateral, los encargados del proyecto tiraron una barda de concreto que servía de protección del área verde; sin embargo, a pesar de que se comprometieron a edificarla nuevamente, la compañía incumplió.
Actualmente la barda está hecha con láminas, que de acuerdo con los habitantes, han querido robarse personas de bajos recursos económicos y que sirve de ingreso para los ladrones que rondan noche y día el fraccionamiento, ya que han ocurrido hurtos de autopartes a plena luz del día, así como robos (con violencia) a dos casas habitación cuando los habitantes han estado presentes.
Recordó que fue en la administración de Rafael Moreno Valle cuando la barda se retiró para llevar a cabo los trabajos y fue el entonces Secretario de Infraestructura, Antonio Gali, ahora mandatario estatal, quien encabezó la obra.
La promesa, explicó, fue que la barda sería edificada, así como las canchas deportivas que fueron desmanteladas, pero a la fecha no hubo cumplimiento de las promesas, además de que se han robado los juegos para los menores.
A su vez, Magdiel Martínez, otro de los vecinos afectados, indicó que los colonos hace unos años recurrieron a colocar portones en la entrada de cada calle para seguridad de ellos mismos, sin embargo, trabajadores del Ayuntamiento de Puebla los retiraron por la madrugada para evitar la oposición de los habitantes, y a pesar de que las puertas fueron compradas por todos los vecinos, el municipio jamás las entregó.
Además de la inseguridad, los afectados dijeron que la autoridad ha hecho caso omiso de sus múltiples peticiones de “bacheo”.
En este sentido, solicitaron al Gobierno del Estado que edifique la barda que retiró con motivo de los trabajos y que autorice que se vuelvan a colocar los portones porque es una manera de frenar la inseguridad, además de que el Fraccionamiento es cerrado por lo que las calles no obstruyen algún paso público importante.