La temporada de muertos era la más rentable económicamente para Ignacio Jiménez, León López y Sandra Delgado, quienes se dedican a la venta de flores en panteones de Puebla, pero la pandemia por Covid-19 arrasó con esas expectativas y la última esperanza que tenían para mejorar sus ingresos se terminó cuando el Ayuntamiento capitalino anunció que los camposantos permanecerán cerrados.
En años pasados generaban más de 3 mil pesos diarios durante la época de muertos, pero ahora solo ingresan lo necesario para subsistir y abonar un poco a las deudas que vienen arrastrando a raíz del confinamiento.
Durante un recorrido realizado por El Sol de Puebla, se pudo constatar que en los panteones de Puebla y en el de San Baltazar Campeche, las ventas bajaron hasta en un 80 por ciento y los dueños de los negocios han tenido que despedir al personal debido a que se estaban retrasando en sus pagos.
Entre todos los puestos que buscan vender algo, aunque sea para comer, se encontraba el de Ignacio Jiménez Cordero, quien dice su venta más fuerte son los arreglos florales y no la tradicional flor de terciopelo o cempasúchil, pues la temporada de muertos no fue un impulso para activar su economía debido a que autoridades municipales acaban de notificar que el panteón de Puebla permanecerá cerrado.
“El enterarme de la noticia me hace pensar que el gobierno tiene poca sensibilidad hacia nosotros, porque en estas fechas nos íbamos a recuperar de todas las pérdidas económicas que hemos tenido. Nos golpearon tremendamente”, argumentó.
Jiménez Cordero lleva más de 20 años dedicándose a esta labor que le ha dejado grandes satisfacciones, pero ahora solo trabaja para liquidar la deuda de 40 mil pesos que tiene con sus proveedores por la adquisición de flor de muerto.
“Compré varios rollos de terciopelo y cempasúchil debido a que años atrás se vendían más de 300, sin embargo, en lo que llevamos de octubre solo me han comprado 3. (…) Tengo mercancía rezagada que no he podido sacar y es una inversión que aún debo”, aclaró.
El comerciante entiende a las autoridades que buscan resguardar la salud de los poblanos, pero resaltó que pueden implementar otras opciones sanitarias para este próximo 1 y 2 de noviembre como la reapertura de panteones con visitas guiadas.
“Puede haber visitas cada determinado tiempo y para grupos pequeños, siempre y cuando ingresen con cubrebocas y se respete la sana distancia. Así lo han hecho en varios establecimientos de otros sectores”, finalizó.
A un costado se encontraba León López, quien lleva más de 10 años vendiendo flores afuera del Panteón de Puebla y hoy se encuentra preocupado por la situación que no le ha deja más que problemas financieros.
“Antes de la pandemia vendía 3 mil pesos diarios en época de Todos Santos y hoy si llego a los mil fue un día bueno. (…) No me he podido recuperar porque en temporadas como el Día del Padre o de la Madre estuvo igual”, refirió.
León López piensa que su opinión respecto al cierre de los panteones sale sobrando, debido a que a las autoridades siempre toman decisiones sin consultar a los más afectados “Lo único que diré es que muchos estamos desanimados porque teníamos esperanzas en el 1 y 2 de noviembre, pero ahora será un día normal”, finalizó.
Entre las decenas de negocios que se encontraban en el Panteón de San Baltazar Campeche, se ubicó uno de los más antiguos que pertenece a doña Sandra Delgado Pérez quien dijo llevar más de 35 años en la comercialización de flores y arreglos.
“Todo se me complicó porque mis ventas son de 500 pesos diarios de los cuales hay que invertir la mitad, pagar luz, gasolina y sobre todo sostener a mi familia. (…) Antes de la pandemia tenía seis trabajadores y ahora solo tengo uno”.
La mujer comentó que si la situación continúa así, tendrá que cerrar un ciclo de trabajo que ha perdurado por varios años.
Ciclo escolar a distancia desencadena pérdidas económicas.
Los entrevistados hicieron mención que el aumento de ventas en la temporada de muertos iniciaba a finales de octubre, por la comercialización de flores en estudiantes que realizaban ofrendas o proyectos escolares.
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Comentaron que los clientes más constantes son los de la facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, quienes se llevaban entre 30 y 40 rollos de terciopelo o cempasúchil.
Pero el ciclo escolar a distancia desencadenó pérdidas económicas importantes en sus negocios y por ahora solo subsisten por la venta de arreglos florales para cumpleaños o velorios.
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