Con grietas y daños visibles provocados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, cubiertos de grandes pastizales sin podar, con restricciones hacia los visitantes, así como con basura o signos de descuido es como se encuentran los cinco recintos culturales menos visitados en Puebla durante el 2022.
Se trata de La Casa de la Palestina, el Ex Convento de San Francisco Huaquechula, la zona arqueológica de Tepexi el Viejo, la zona arqueológica de Tepapayeca y el Ex Convento de San Francisco Tecamachalco, que tuvieron entre cero y 515 visitas de enero a noviembre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Parte de estos sitios se encuentran cerrados al público porque presentan trabajos de remodelación inconclusos y unos más, aunque sí están abiertos, no son visitados por la falta de transporte y difusión turística, según detallaron habitantes de las zonas aledañas a estos sitios.
De acuerdo con testimonios recabados, las bajas o nulas visitas en estos recintos afectaron principalmente al sector comercial, pues al existir baja afluencia de visitantes disminuyó la venta de artesanías, alimentos y servicios en la zona.
Angélica Pérez Ramos, académica del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura de la Universidad Iberoamericana Puebla, expuso que el rescate, la conservación y el acercamiento de estos recintos al público es relevante para que no pierdan su valor cultural, su historia y el vínculo de identidad con los habitantes de cada región.
En entrevista con El Sol de Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla, y Sergio Vergara Berdejo, titular de la Secretaría de Cultura del gobierno del estado, coincidieron en que ambas instituciones trabajan en colaboración para aumentar el número de visitas en estos sitios mediante obras de restauración y mantenimiento, las cuales prevén que se retomen a partir del segundo bimestre del 2023 y concluyan antes de que finalice el año.
Casa de la Palestina
La Casa de la Palestina, un inmueble histórico del siglo XVIII situado en el municipio de Huaquechula, no registró ninguna visita durante el 2022 debido a que se mantuvo cerrado al público. Si bien la fachada y los arcos polilobulados que conforman este lugar muestran una significante mejoría en comparación con el año anterior, gracias a las obras realizadas meses atrás por el INAH, el interior presenta grandes pastizales sin cortar, basura, materiales de construcción de obras inconclusas y con algunas vallas ciclónicas rotas.
Durante un recorrido realizado en este sitio se observaron botellas vacías con alcohol, bolsas de chatarra y latas de cerveza. Existen además diversos materiales agrupados como piedras y tablas en el patio y una casa de lámina pequeña al fondo que alberga una taza de baño. Las rejas de la entrada están cerradas con cadenas y candados y la mayoría de los árboles y plantas que hay en el interior están secos.
Arturo Balandrano Campos, director general de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura federal, explicó que esta Casa ya tenía daños previos y deterioros por falta de mantenimiento. Por este motivo, el recinto está en proceso de reconstrucción desde antes del sismo, aunque también serán destinados recursos federales del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR) para su restauración durante este año.
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“Es un bien patrimonial de alto valor que está destinado a ser una casa de cultura, van a intervenirla destinando recursos del PNR, aunque todavía no sabemos la cantidad, hay sitios que están en proceso de reconstrucción desde antes del sismo, como la Casa de la Palestina, por afectaciones importantes de antaño”, indicó.
Ex Convento de San Francisco Huaquechula
Al igual que la Casa de Palestina, el Ex Convento de San Francisco Huaquechula, situado en la cabecera municipal de esta demarcación, no registró ninguna visita porque está cerrado al público. En el exterior de este sitio aún se observan grietas provocadas por el sismo del 2017, tanto en una de sus torres como en los muros.
El Ex Convento fue uno de los recintos más importantes para los habitantes de este municipio, no únicamente por el turismo que atraía a la zona, sino por las fiestas patronales que ahí se realizaban, según recordaron algunos residentes.
“Nos afecta mucho en nuestras ventas que siga así, hasta tuvimos que cerrar varias veces el local porque ya no viene gente, con el paso del tiempo las grietas se hicieron más grandes y ahora es más difícil de componer, ya tiene como año y medio que no recibe mantenimiento ni nada”, compartió Britani Jiménez, comerciante de esta cabecera municipal.
Antes del sismo llegaban muchos turistas al lugar, principalmente en Semana Santa, ahora es un lugar triste que pasa desapercibido para los visitantes, lamentó Ofelia Díaz, habitante del municipio.
“Yo veo que ya no se mueven desde que pasó el sismo, como está cerrado no he visto si están arreglando, pero aquí afuera no se ha visto nada”, compartió por su parte Benito Tapia.
A decir de Vergara Berdejo, y con base en recursos destinados del PNR, las obras de reconstrucción del Ex Convento arrancarán al mismo tiempo que con la Casa de la Palestina a mediados de este año.
Zona arqueológica de Tepexi el Viejo
A diferencia de los dos recintos culturales anteriores, la zona arqueológica de Tepexi el Viejo, situada en el municipio de Tepexi de Rodríguez, sí está abierta al público y registró 67 visitas durante el 2022.
La falta de transporte, de difusión turística, de lugares para alimentarse cerca de la zona, el largo camino sin pavimentar que conduce a este sitio y los prejuicios de inseguridad en el municipio son los principales motivos por los que este recinto fue poco visitado, consideró Gabino Niño Miranda, ejidatario.
El sitio no cuenta con daños visibles por el sismo del 2017, sin embargo, luce descuidado, con hierbas sin cortar entre las ruinas, letreros de información viejos en los que apenas y es visible la información, basura e incluso piezas como parrillas de gas tiradas entre el pasto.
Está asentada en un cerro, rodeada de profundas barrancas, por este motivo la cima ofrece una vista panorámica de todas las montañas. Ahí mismo se encuentra una pequeña cabaña donde parece habitar una persona, pues al interior se observaron herramientas, utensilios de cocina y ropa. Aunque es un sitio tranquilo y con acceso gratuito, carece de información y algunos servicios para que los visitantes se queden más tiempo, consideró el ejidatario.
“El lugar se volvió prohibido para algunos porque hace algunos años mataron a una pareja en el camino, eso alejó mucho a las visitas (…) sí nos gustaría que regrese la gente, pero que se ponga luz porque si se hace tarde ya no puedes regresar”, dijo.
“Tepexi está en una zona donde hace falta comunicación, era un lugar peligroso, ahora ya no tanto, pero hay mucha custodia y estamos trabajando con la Guardia Nacional para que la gente lo pueda visitar, es uno de los complejos más importantes de frontera”, opinó por su parte Vergara Berdejo.
En tanto, Manuel Villarruel presumió que, durante el año anterior, culminó una obra de restauración en el muro de contención del sitio, el cual no fue dañado por el sismo del 2017, sino por las borrascas. “Este año habrá una segunda etapa de conservación con empresas de arquitectura y arqueólogos especializados”, aseguró.
Zona arqueológica de Tepapayeca
Al igual que el sitio anterior, la zona arqueológica de Tepapayeca, situada en el municipio de Tlapanalá, está abierta de forma gratuita al público y registró 431 visitas durante el año anterior.
Aunque no cuenta con daños por el sismo del 2017, tiene placas al pie de la pirámide en donde ya no es visible la información de este recinto prehispánico. El lugar luce limpio y sin rastros de vandalismo.
Pese al buen cuidado, el recinto se muestra vacío. Esto se debe principalmente al bajo turismo que recibe el municipio tras el cierre de uno de los sitios más importantes de la región, situado a una cuadra de esta zona arqueológica, el Ex Convento de Tepapayeca, el cual sufrió graves daños tras el sismo del 2017 y continúa cerrado al público, explicó el custodio INAH de esta zona, Antonio Monje.
“Hay un proyecto que esperamos inicie este año para la reconstrucción del templo, ya se guardaron todas las pinturas que tenía dentro para que puedan trabajar, nos interesa mucho recuperar el turismo, instalar un corredor con cosas de vendimia para ofrecer (…) antes del sismo teníamos un poco más de 300 visitantes al mes”, compartió.
Por su parte, Manuel Villarruel aseguró que el INAH está promoviendo un trabajo de mantenimiento importante en esta zona, pues hace algunos años se construyó un espacio que puede servir como museo de sitio.
Ex Convento de San Francisco Tecamachalco
En contraste con los cuatro recintos culturales anteriores, el Ex Convento de San Francisco Tecamachalco se encuentra abierto al público, no tiene daños estructurales por el sismo del 2017 que afecten el turismo, presenta buen estado de conservación y mantenimiento, pero solo registró 515 visitas durante el 2022.
El acceso tiene un costo de 65 pesos y el custodio del lugar, Diego Cadena, es el encargado de recibir a grupos estudiantiles o visitantes locales. Las restricciones del lugar ocasionaron el bajo registro de visitantes durante el año anterior, compartió una de las habitantes de esta zona, quien prefirió omitir su nombre por privacidad.
A su decir, al interior de este recinto está prohibido tomar fotografías y grabar, lo que provoca el desinterés del público en acercarse, principalmente de turistas extranjeros, quienes únicamente pueden tomar fotografías en la parte de afuera.
Esta casa editorial acudió a este recinto para conocer la postura del custodio respecto a las bajas visitas que recibió el lugar, sin embargo, el custodio prohibió el acceso.
Urge intervenir sitios para no perder su valor cultural
Angélica Pérez, académica de la Ibero, subrayó que la falta de mantenimiento y conservación en los recintos culturales deteriorados puede provocar una serie de afectaciones, entre ellas la fractura del vínculo e identidad cultural de los habitantes con estos sitios, su valor estético e historia.
“La función y la importancia de que existan estos sitios está relacionado al vínculo y el aprecio que le da el actor social, si se vuelven invisibles les restarán importancia y se romperá un vínculo históricamente muy fuerte”, explicó.
Agregó que los proyectos futuros de restauración y mantenimiento enfrentarán grandes retos para tener éxito, pues estos sitios fueron construidos con técnicas y materiales diferentes a las actuales.
“Tienen sistemas constructivos que en su momento eran conocidos por todos y hoy en día no es así, son extraños, son raros para la mayoría de la población, no se trata igual a los edificios históricos que a contemporáneos”, sostuvo.
Finalmente, hizo un llamado a priorizar el cuidado y conservación de estos sitios al igual que aquellos que pueden explotarse turísticamente en zonas urbanas, pues conservan la misma importancia para sus habitantes.
“La forma del aprecio cultural de los habitantes de estas comunidades no es diferente, incluso es mayor, requieren estrategias interdisciplinarias donde la población pueda involucrarse”, concluyó.
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