A pesar de ser uno de los tres pilares de la economía local y de que un 60 por ciento de ellos prácticamente vive al día, la gran mayoría de comerciantes del tianguis regional y del mercado turístico Benito Juárez cumplieron con su parte de no salir a las calles este martes a ganarse el dinero y mejor quedarse en casa como parte de las medidas para contener en el municipio la pandemia del coronavirus.
Con esta acción, pactada desde la semana anterior entre las autoridades locales y representantes de los comerciantes, y ya alineada con el decreto del gobierno estatal y las recomendaciones de la Federación el cual prohíbe eventos masivos, unas cuatro mil personas, en ambos sitios dejaron de vender este martes.
El tema del tianguis regional y con más de 120 años de historia y del mercado turístico Benito Juárez fueron, en el contexto de la contingencia de la epidemia del coronavirus, dos de los asuntos de mayor suspicacia entre diversos sectores involucrados para conocer la capacidad del Ayuntamiento de negociar y de hacer cumplir las normas y de los vendedores y sus líderes para cooperar en beneficio de una causa.
RUIDOS
En el interior del mercado Benito Juárez, construido hace más de medio siglo en el centro de la ciudad y a una cuadra del zócalo de Atlixco, únicamente podían escucharse ruidos aislados. Voces perdidas en la lejanía. Bullicios apenas perceptibles. Lejos, por el momento, quedaron el avasallamiento de vendedoras de cecina en busca de clientes. O las cumbias en una pequeña bocina para amenizar el día.
Tampoco había perros en manada o cantantes urbanos. Las televisiones colocadas en la parte de arriba de los puestos de comida quedaron sin energía. No había juguetes, gorras baratas, fayuca, canastos de pan o vitroleros de todos colores con agua de sabor.
Todos están corridos, mínimos tres días a la semana durante un tipo sin precisar, por el coronavirus. Un grupo de atlixquences observan con sabor agridulce la escena. Por ejemplo, Raúl, el vendedor de gelatinas no tiene clientes y camina en la soledad entre el eco de los puestos y algo de basura olvidada. “En el fondo está bien. Es para cuidarnos. Pero de alguna manera quedamos perjudicados como en nuestro caso. Somos una familia de tres y todos vendemos al mismo tiempo para salir al día. Desde ayer nada más yo. Mi esposa y el hijo de 11 años siguen en casa. Alguien debe trabajar para sacar dinero”, relató.
La tanda para la venta en ese sitio, a donde llegan más de mil 500 personas por día entre sábado y domingo, es muy clara: “a quedarse en casa de lunes a miércoles. Y de jueves a domingo volverán los aproximadamente mil vendedores con todas las restricciones sanitarias.
“NI CON EL TEMBLOR”
Acostumbrados al bullicio de miles de personas por la venta de martes y sábado principalmente, ayer vecinos de la colonia Álvaro Obregón sintieron cosas raras al salir y encontrarse con varias calles desiertas. Sin mantas, sin lazos en las ventanas, sin ropa colgada y sin apretujones. “Así lució el tianguis la mañana del martes. Desde hace muchos años no lograba observarlo prácticamente vacío. Y mira toda la vida viví dentro del mercado. Vaya... el sismo del 2017 no logró esto del Coronavirus”, comentó Juan Carlos, un lugareño.
De acuerdo con la explicación de René Tetlamatzi, director de Comercio y Abasto, el pacto es mantener a ese encuentro comercial y masivo con baja intensidad, en el menor rango posible. “Por eso el plan era uno: usar martes unas calles con todo y sus vendedores. Y la mitad restante los sábados”, acotó. La orden completa es contundente: “miércoles y domingo nadie vende en las calles. Los jueves un porcentaje más de ambulantes y los del camellón lunes y viernes”.
Cifras oficiales refieren en un día normal llegan hasta 6 mil 500 vendedores de varios municipios cercanos: Huaquechula, Tochimilco, Atzizihuacán, San Juan Tianguismanalco y hasta de Santa Isabel Cholula. Sin olvidar a Tepeojuma. Ayer, y por el resto de la contingencia sanitarias serán máximo 2 mil 500 por día.
Y para lograrlo los departamentos locales de seguridad vial y de la policía montaron un operativo desde las 5 de la mañana en los alrededores de esa área con el objetivo de contener a quienes tenían la intención de no cumplir la palabra. Ciertamente, poco después del mediodía unos 50 vendedores denominados “independientes” se manifestaron frente al zócalo de la ciudad para exigir todo continúe normal, tal y como pasaba antes de la llegada de Coronavirus. “Muchos sin trabajar seguirán cobrando, pero nosotros tenemos necesidades por cubrir. Y nadie nos dará nada”.
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