Comerciantes establecidos del Centro Histórico revelaron que hasta 50 por ciento han disminuido sus ventas durante el año, debido a factores como la inseguridad, la situación económica y sobre todo la competencia desleal de los ambulantes.
Para permanecer vigentes, algunos han tenido que diversificar la mercancía, castigar sus ganancias con precios más competitivos y otros más, despedir a una parte del personal.
Conforme a un sondeo realizado por El Sol de Puebla, se pudo confirmar lo dicho por el presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala, respecto al cierre o cambio giro de 350 negocios por factores como la situación económica, problemas sociales y políticos.
Vendedores de ropa, uniformes escolares y de telas ubicados en la calle 8 Poniente entre 5 de Mayo y 5 Norte, lamentaron que el ayuntamiento a cargo de Claudia Rivera Vivanco sea tolerante con los ambulantes al permitirles no solamente la invasión de las fachadas de sus negocios, también de vender lo mismo que ellos.
“Afuera venden un traje en 80 pesos y yo no lo puedo vender al mismo precio porque no me sale, pago impuestos, luz, agua, salarios de los empleados y demás obligaciones, simplemente no puedo”, opinó un comerciante de ropa.
Dio a conocer que hasta un 30 por ciento han bajado sus ventas y en consecuencia ha tenido que despedir dos trabajadoras y reducir más su margen de ganancia para poder competir.
Sin dar su nombre porque los informales pueden reclamarle como ha sucedido en el pasado, indicó que ha visto en este año cerrar a dos locales vecinos, uno de giro de tacos y otro de Mercería, por la competencia desleal.
Otro locatario de telas, opinó de manera similar dando a conocer que además la situación económica es complicada, sin que la gente tenga suficiente poder adquisitivo para gastar como en el pasado.
“Las ventas han bajado hasta 50 por ciento porque ya no es como antes, la economía está deprimida, la competencia viene de todos lados y debemos emprender estrategias como novedades o precios más competitivos, aunque sea menor el margen de ganancia”.
Otros expositores de pantalones de mezclilla y de camisas, comentaron que la inseguridad ha impactado en toda la ciudad y en consecuencia se genera una mala imagen al Centro Histórico, lo que frena la llegada de clientes.
“Es la conjunción de todo, pero más que nada se debe a la mala imagen que se tiene de esta zona, antes era un mar de gente todos los días y ahora es menos”, argumentó la dueña de un local ubicado en la 10 Poniente antes de llegar a la 5 Norte.
Otros más, igual sin querer dar sus nombres para evitar reclamos de los ambulantes, indicaron que han tenido que diversificar sus productos al poner a la venta mochilas, artículos de belleza y hasta focos, como una forma alterna de captar ingresos extras.
Una comerciante de ropa de bebé ubicada en la 3 Norte, lamentó que la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco presione al comercio establecido estar al corriente de sus permisos oficiales y de las medidas de prevención de protección civil, sin concentrarse en el daño que hacen los ambulantes.
“Afuera venden comida con tanques de gas y nadie les dice nada, los informales apartan lugares para estacionarse y dónde está la autoridad, no se ve porque cada más hay más puestos en la vía pública pública porque ahora ya no es la esposa, ahora es el yerno, el hijo y los cuñados”.
Todos coincidieron que el panorama para el resto del año luce complicado, por lo que no estiman un repunte importante como en el pasado.
