Debido al fallecimiento de cinco de sus benefactores y el miedo que tiene la ciudadanía por salir de sus hogares, ambos a causa de la actual emergencia sanitaria, la Casa Hogar Santa Rosa de Viterbo, ubicada en la comunidad de San Bernardino Tlaxcalancingo en San Andrés Cholula, ha presentado escasez de alimentos y productos de aseo personal y de limpieza.
En entrevista para El Sol de Puebla, la hermana María de los Ángeles Mercado Estrada, directora de la casa hogar expresó que hasta antes de la pandemia recibían apoyo económico y en especie de diez bienhechores, pero ahora sólo cinco son los que han continuado.
“Al inicio de la pandemia teníamos poco tiempo de llegar acá, no contamos con muchos bienhechores, no es muy conocido el lugar con esta dirección, nosotras pudimos haber buscado otra manera para poder recolectar otros recursos, pero la pandemia nos detuvo un poco, la gente ya no salió y entonces ya no nos trajeron, otros fueron afectados por el mismo virus, algunos fallecieron y ya no nos pudieron apoyar”, dijo.
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De acuerdo a Mercado Estrada, en el lugar resguardan, alimentan, educan y apoyan a 17 niñas de entre seis y 17 años con historias especiales, entre las que se encuentran pequeñas que llegaron porque solo cuentan con uno de sus padres o con ninguno e incluso aquellas por las que jamás volvieron y han pasado la mayor parte de su vida a su cuidado.
“Tenemos algunas que han llegado desde chiquitas, algunas las dejaron, vino el familiar a solicitar apoyo, pero finalmente ya no regresaron por ellas, hasta la fecha ya no regresaron los familiares”, recordó.
Pese a estas dificultades, la hermana refirió que jamás han sido abandonadas por Dios, pues, aunque en ocasiones les hace falta alguna fruta para repartir, los artículos que ofrecen en el bazar y los alimentos de quienes en ocasiones van a dejar, les ha permitido que hasta el momento ninguna menor se quede sin un plato de comida.
Cabe destacar que, en esta casa hogar las niñas reciben educación básica y una vez que la concluyen, son trasladadas a la Casa Hogar de San Francisco de Asís, donde cursan la secundaria, el bachillerato e incluso la universidad.
Por tales motivos, invitaron a apoyarlas con la donación de alimentos como frijol, arroz, cereal, atún, leche, chocolate en polvo, azúcar y aceite, mermelada o sopa en pasta; productos de higiene personal: jabón de tocador, pasta de dientes, shampoo, crema corporal o desodorante, y de limpieza: jabón en polvo, suavizante, limpiador de pisos, jabón para manos, cloro o gel antibacterial, e incluso libros o ropa.
“La responsabilidad que tenemos con ellas es darles estudio, alimentación, lo que necesiten, si requerimos de su ayuda, lo que sea su voluntad, lo que puedan”, añadió la hermana María del Rosario González Caracheo, quien también instó a apadrinar a alguna de las menores, una actividad que consiste en apoyarlas de manera económica para sostener sus estudios, visitarlas en sus cumpleaños y convivir con ellas.