Su propio hogar, en el que pueda pasar la vida tranquilamente, es lo que más añora doña Rosalía Benavides, una señora a la que el terremoto del 19 de septiembre de 2017, le arrebató su humilde casa de adobe, en la comunidad de San Miguel Tecuanipa, municipio de Tochimilco.
Después de la muerte de su hijo, Alfredo, hace cuatro años, el sismo ha sido uno de los peores momentos en la vida de esta mujer de más de 60 años de edad, ya que redujo a escombros la vivienda que con tanto trabajo construyó y que era su único patrimonio.
Con varias dificultades y ayudada por su hija, Fortunata, doña Rosalía pudo rescatar algunas de sus pertenencias, como su cama, muebles, ropa y enseres domésticos, pero no así otros objetos valiosos para ella, como comales de barro y un baño de temazcal, que consideraba una de las partes más importantes de su casa, “ése también se cayó, no hay nada, el terreno ahora ya está limpio”, relata con tristeza.
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Con lo que logró recuperar de entre el escombro y mientras esperaba ayuda de los gobiernos federal o estatal para reconstruir su hogar, se mudó a la casa que su hijo heredó a su familia, también de adobe y en la que desde entonces vive, porque no tiene a dónde más ir y no recibió apoyo alguno.
“Pues mi nieto Óscar, que vive con su mamá, me dejó quedarme ahí y pues ahí estoy, porque no me dieron nada, confundieron mi casa con el folio de la de otro vecino y parece que a él hasta doble (ayuda) le tocó, según Volkswagen me iba a hacer de nuevo mi casita y nada, nada más quitó toda la tierra, pero nada más”, completa.
Sin embargo, confiesa, no deja de sentir nostalgia y deseo de tener su propia casa, pues cada vez que sale su hijo se encuentra con el sitio en el que pasó prácticamente toda su vida y en el que crio a su familia.
La situación la obliga a acepta la ayuda de su hija y a trabajar igual que desde hace 42 años en la producción de tablillas de chocolate, las cuales vende en mercados y tianguis a las que son convocados unas 250 mujeres integradas en la cooperativa Akumpali, dedicadas a la misma actividad en Tochimilco y otros municipios de la región.
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“JUNTOS 19S”
Doña Rosalía fue una de las 17 comerciantes que instalaron el mercado social “Recuperando nuestra vida, recuperando nuestra ciudad”, una iniciativa de comercio solidario promovido por “Juntos 19S”, una alianza de la Universidad Iberoamericana Puebla (Ibero Puebla), Fundación Ayuda en Acción, Fundación para el Desarrollo Comunitario Beck y Ofam, para promover la recuperación económica y la cohesión social en comunidades afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 en los estados de Chiapas Morelos, Oaxaca y Puebla.
Marco Castillo, director de la Fundación Ayuda en Acción, resaltó que la alianza surgió el año pasado después de observar los daños provocados por los fenómenos naturales, con la intención de apoyar a la gente que resultó afectada en su patrimonio y su vida, impulsando sus propias actividades productivas y la colaboración en sus localidades, de modo que además de una reactivación económica, se fomente un verdadero sentido de comunidad, para beneficio de todos.
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Para ello, resaltó, “Juntos 19S” convoca tan frecuentemente como puede a los productores y comerciantes locales a tianguis y mercados sociales, como el que instalaron ayer en el Parque Bicentenario, con ayuda de las Secretarías de Desarrollo Social, de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad y de Turismo del Municipio de Puebla.
Hasta el momento, añadió, “Juntos 19S” ha promovido el comercio justo entre más de 2 mil 500 productores de artículos orgánicos y artesanales de 17 comunidades ubicadas en municipios como Cuetzalan, Chiautla de Tapia, Huaquechula, Tehuitzingo, Tlapanalá y Tehuitzingo, entre otros.