Con mayoría de votos, los diputados del Congreso del Estado avalaron las modificaciones al Código Penal de Puebla para tipificar como delito los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (Ecosig) de las personas.
Por ello, aquellas personas que busquen realizar un tratamiento para pretender modificar la orientación sexual de alguien en la entidad podrá ir a prisión de 1 a 3 años o pagar una multa de hasta 19 mil pesos.
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En medio de una pequeña protesta por parte de los miembros de la diversidad sexual, los legisladores dieron cuenta a la iniciativa del diputado local de Morena, Carlos Alberto Evangelista Aniceto, misma que fue aprobaba con 33 votos a favor, siete abstenciones, cero en contra y un impedimento.
Sin embargo, durante el análisis del tema, se presentó una propuesta reformatoria al dictamen para agregar un párrafo con el fin de especificar a qué se refiere el concepto terapia de conversión.
Posterior a la aprobación, los miembros de la comunidad diversas que se dieron cita en el recinto del Poder Legislativo celebraron el hecho, al que catalogaron como “histórico”.
¿LA HOMOSEXUALIDAD SE PUEDE CURAR?
Las terapias de conversión son prácticas realizadas con supuestas bases psicológicas o psiquiátricas que tienen el objetivo de “curar” a las personas gays o lesbianas para que sean heterosexuales, no obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quitó a la homosexualidad de su lista de trastornos mentales en el año 1990.
Este organismo lo hizo porque luego de analizar la situación, determinaron que esta orientación sexual es solo una variación dentro de los seres humanos, que no puede ser modificada, alternada o tratada, ya que no hay nada que curar.
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Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comentaron que las Ecosing son ineficaces, ya que no se obtienen los resultados que se esperan, y también dañan la integridad de las personas que son sometidas a estos tratamientos.
“La práctica de las terapias de conversión no sólo es ineficaz, sino que también puede ser extremadamente dañina. Las terapias a menudo entrañan sensaciones de dolor y sufrimiento, (…) La combinación de los efectos de la humillación profunda y la sensación de impotencia genera sentimientos de vergüenza, culpabilidad, repugnancia de sí mismo”.
Así lo explicó el experto Independiente de la ONU que es investigador sobre orientación sexual e identidad de género, Víctor Madrigal-Borloz, en un informe publicado en el 2020, en el que también destacó que los Ecosing son una “forma de tortura”.
Tras la decisión del Congreso Local, Puebla se une a los estados que también penalizan estas prácticas, al igual que Tlaxcala, Colima, Zacatecas, Yucatán, Baja California Sur, Edomex y la Ciudad de México, esto bajo el argumento de que atentan contra el libre desarrollo de la persona.
