El terremoto de 1973 que devastó Ciudad Serdán, la inundación en Teziutlán de 1999 y la explosión de Pemex en San Martín Texmelucan en 2010 fueron tan solo algunos de los eventos catastróficos en los que la Cruz Roja Mexicana de Puebla ha prestado apoyo a los largo de 100 años de trabajo. Recientemente fue el temblor del 19 de septiembre el hecho en el que el equipo, especialmente de Rescate Urbano, intervino para salvar vidas.
Este 30 de agosto la Cruz Roja cumple 100 años de su fundación en Puebla. Fue en 1918 cuando se instaló la institución en el “Real Hospital de San Pedro” o también conocido como Cancha de San Pedro, donde ahora está el Museo de Arte Virreinal, siendo Enrique Villar Castaneyra el presidente fundador, quien se mantuvo a cargo durante los primeros ocho años y después de 1931 a 1935.
Sin embargo, debido a la demanda de servicios la institución se mudó en 1957 al edificio que hoy se conoce como Escuela de Enfermería, en la 20 Oriente entre 10 y 12 Norte. Posteriormente, al edificio de enfrente (número 1002), que a lo largo de este tiempo también se ha modernizado y es un proceso vigente.
VETERANO HA VISTO CRECER A LA INSTITUCIÓN
Gonzalo Gómez Barranco, de 72 años de edad, tiene 38 años dedicándolos a Cruz Roja. Hasta la fecha es uno de los elementos más reconocidos en el área de Rescate Urbano por su antigüedad y una de las personas activas que ha visto una gran parte de los cambios en la institución.
Don Gonza, como lo conocen de cariño, tiene decenas de anécdotas, desde accidente propios, decesos de personas de forma sangrienta, inexplicable y hasta eventos paranormales dentro de las instalaciones de la Delegación de Cruz Roja en Puebla.
Fue el 16 de noviembre de 1979 cuando se integró de manera formal al equipo de socorristas, aun trabajando en una rectificadora automotriz, con la intención de ayudar a las personas y aprender las técnicas de primeros auxilios. Y es que a lo largo de su vida como socorrista ha prestado atención a todo tipo de percances, que van desde accidentes viales, caídas, lesiones, personas electrocutadas, con coma diabético y hasta el apoyo en partos.
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“En todos los accidentes nosotros aplicamos el principio, que es de humanidad. Ahí aplicamos la llamada ‘hora dorada’ desde que ocurre el accidente hasta estabilizar al paciente en la ambulancia. Este trabajo lo hacemos por humanidad y para la persona que está lesionada somos una esperanza de vida”, añadió.
Uno de los eventos que más ha marcado su vida fue cuando atendió una llamada de emergencia en la colonia Roma. Fue en una feria en la que abundaban los juegos mecánicos y la lluvia de ese día fue un factor importante: un niño iba caminando, pisó un cable mojado y se electrocutó; a pesar de que la respuesta de los cuerpos de emergencia fue inmediata, a causa del aguacero la ambulancia en la que realizaron el traslado se descompuso y fue necesario pedir otra unidad y ese tiempo fue crucial, pues el niño falleció en esos instantes.
Frustración fue lo que don Gonza sintió en ese momento. Las palabras para describir sus sentimientos desaparecieron cuando contó la anécdota y en su lugar sus ojos se llenaron de lágrimas, la voz se le fue y no pudo hablar más, pues es un recuerdo que aún mantiene fresco a pesar de que han pasado ya muchos años.
Buenas y malas experiencias lo han hecho crecer como persona y como socorrista. Está seguro de que seguirá durante más tiempo formando parte de la institución y se siente conmovido, dijo, y feliz por poder formar parte de los 100 años de la Cruz Roja en Puebla.
LA EVOLUCIÓN
El nacimiento de Cruz Roja Mexicana tiene sus orígenes en el gobierno de Porfirio Díaz, pues el 2 de agosto de 1907 firmó el decreto mediante el cual México se adhería a la convención de Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña.
Fue en 1910 cuando se reconoció la creación de la Cruz Roja Mexicana y en 1918 se fundó en Puebla. Fue el terremoto del 3 de enero de 1920 con epicentro en el municipio de Quimixtlán de 6.4 grados en la escala de Richter y que habría dejado más de 620 muertos donde se llevó a cabo la primera misión en la que los voluntarios tuvieron que intervenir.
En 1932 se fundó la Delegación de Cruz Roja en Atlixco y en 1934 la de Tehuacán. Cuenta actualmente con 19 delegaciones, tres hospitales, siete escuelas de paramédicos y una escuela de enfermería, con una capacidad de apoyo de dos mil 500 voluntarios, quienes cada año ofrecen más de 170 mil servicios médicos y 13 mil de ambulancias tan solo en la ciudad de Puebla.
En sus escuelas de formación capacita a técnicos en Urgencias Médicas y enfermeras y alberga especialistas que en situaciones extremas realizan rescates verticales, acuáticos, en alta montaña, espacios confinados y con perros de búsqueda.
El Hospital de Ciudad de Puebla ha sido un referente nacional por sus estándares de calidad, capacidad y seguridad. Desde 2013 cuenta con la acreditación del Gobierno Federal para la cobertura a través del Seguro Popular con los programas estatales y federales y fue también el primer hospital privado en el estado en certificarse como “Hospital amigo del niño y la niña”.
