“La moda rápida” no sólo se trata de blusas o pantalones que se hacen a gran escala, sino también de las prendas que se usan una vez y son desechadas, pero que en su creación generaron un gran porcentaje de contaminación. Con el objetivo de cambiar esta situación, de cuidar el planeta y fomentar el consumo responsable, Telma Acosta lanzó su propia marca de bolsas, cangureras, así como carteras de ropa usada.
Telma Acosta tiene 34 años, nació en Veracruz, pero desde hace muchos años radica en la ciudad de Puebla, su formación es en diseño gráfico, pero está enfocada en el suprareciclaje textil, que es un emprendimiento que convierte residuos textiles en prendas de calidad.
“Hago bolsas y accesorios de ropa de estos textiles y de esta manera es más sustentable para el planeta. El suprareciclaje es reutilizar materiales que para algunas personas ya son desechos y hacemos que sea un producto de mayor valor y calidad, alargando así su ciclo de vida”, comentó.
En entrevista con este medio, compartió que la industria del fast fashion “moda rápida”, es responsable del 20 por ciento de las aguas residuales globales y el 10 por ciento de las emisiones globales de carbono, según un reporte de la ONU. Por tanto, considera que es de suma importancia que el país y Puebla, se sumen a una moda sustentable.
Como emprendedora, amante del medio ambiente y de la costura, decidió crear Ácrux, una tienda en donde se venden bolsas para el súper mercado, cangureras, monederos, pero todos los artículos fueron hechos con camisas, pantalones o playeras de segunda mano.
Como se dejaron de dar bolsas de plástico en el súper mercado empecé con una bolsa que hice de prendas que tenía en mi clóset, pero que ya no usaba. Luego con carteras, que ahora ya les pongo dos vistas y en las cangureras uso forros para que tengan mejor calidad, incluso les agrego bordados de punto de cruz que yo misma hago relató.
Además de cumplir con uno de sus sueños que era emprender, Ácrux tiene como meta prolongar el ciclo de vida de las cosas que ya existen y otro de sus fines es concientizar, ya que piden a sus compradores y a la ciudadanía en general que si ya no utilizan una prenda la donen a organizaciones de caridad o empresas upcycling. Incluso motivan a que hagan truques de prendas.
“Hay que ser consientes de lo que consumimos. A mí me motivó este problema de ambiente, a veces sentía que no podía contribuir con la problemática, pero me di cuenta que sí, con algo pequeño, con lo que yo sé hacer y a mí lo que me encanta es combinar y mi pasión es darle vida a algo que ya se iba a ir a la basura”, agregó.
Emprender no ha sido fácil, hay personas que le han dicho a Telma que fue muy arriesgada en dejar todo por este sueño y peor aún en medio de una pandemia, sin embargo, tiene el apoyo de su pareja, de su familia, así como amigos cercanos y está segura que como pase el tiempo más personas irán sumándose al upcycling poblano.
“Todos los emprendedores sigan adelante, sigan soñando y no lo dejen sólo en sueños, escríbanlo, ejecútenlo y hagan pequeñas acciones diarias para lograrlo. Sigan visibilizando estas problemáticas y espero que la gente siga tomando conciencia en sus hábitos de consumo y desecho”, concluyó.