La denuncia promovida por la secretaria con licencia, Alejandra Rubio Acle, en contra de los regidores Luis González Acosta y Libertad Aguirre Junco, sigue su curso. Incluso la Fiscalía General del Estado (FGE) le brindará medidas de protección y el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE) exigió a los funcionarios públicos que eliminen de sus redes sociales todas las publicaciones en su contra.
En entrevista con El Sol de Puebla, Alejandra Rubio dio a conocer que desde que pidió permiso para separarse del cargo y poder llevar a cabo su defensa, se ha dado a la tarea de desmentir los señalamientos en su contra; ya que, hasta el momento, los regidores no han podido comprobar que su esposo o alguno de sus familiares están relacionados con las empresas que instalaron los bolardos en la ciudad.
Detalló que el pasado 21 de febrero, la Fiscalía emitió una protección hacia su persona en caso de sentir peligro, debido a que desde que pidió licencia, ha notado que la siguen, le toman fotos y hasta la agreden verbalmente. Y para este 24 de febrero en el IEE, recogió un documento en el que se instruye a los regidores que retiren todo lo que ellos dijeron en su contra. Tanto Aguirre Junco como González Acosta, ya fueron notificados, tienen que acatar dicha medida en un lapso de 48 horas, y en caso de que no lo hagan se harán acreedores a sanciones.
Aceptó que la semana pasada se reunió con miembros de la SEMOVI, pero argumentó que fue fuera del horario laboral y que ella está en todo su derecho de seguir viendo a personas que son de su total confianza, aunque ya no labore en el Ayuntamiento. “Al principio pensé que sólo querían indagar y hacer una revisión completa de los bolardos, por eso cuando dijeron que mi familia estaba metida en el tema de las adquisiciones, compartimos los números de las licitaciones, los números de los contratos, para que precisamente hubiera un tema de transparencia y pudieran descargar todo lo correspondiente y que se dieran cuenta que no hay nada (…) Luego ya no era mi esposo, eran amigos, luego fueron cambiando a posibles cosas ocultas, y como fue pasando el tiempo fue creciendo el problema”, dijo.
Al recordarle que la mayoría de los regidores apoyaron a los otros cabildantes, y que a ella la criticaron por haber denunciado violencia de género, respondió que en la instalación de los bolardos hubo muchos responsables, pero que todos la acusaron sólo a ella, como si hubiera trabajado sola. “Estuvieron involucrados el secretario de infraestructura, el secretario de administración, el tesorero, el contralor, y la secretaria de movilidad, por qué solamente el dedo va hacia la titular de movilidad, además nosotros precisamente para evitar proceso de malversación no llevamos a cabo la licitación”, acotó.
Desde su óptica todos los procesos que implican recursos públicos deben ser transparentados, pero sin atacar la vida personal de los funcionarios públicos y sin decir mentiras sobre su vida o sus familiares. En todo momento recalcó que nadie de su familia ha sido beneficiado por la instalación de los bolardos.
“El regidor Luis y yo nunca tuvimos mesa de trabajo juntos, pareciera ser que se puso a ver procesos y dijo: a esa mujer, a la de movilidad. Parece una búsqueda personal y crea odio porque ya me dicen ratera en la calle y de todo, cuando realmente les he mostrado todos los procesos”, agregó.
Para finalizar Rubio Acle no quiso confirmar si regresará a su cargo en el Gobierno Municipal, sólo comentó que en estos momentos está luchando por recuperar la dignidad de su nombre, y su meta es demostrar que los regidores que la acusaron de trafico de influencias nunca tuvieron pruebas. “Alejandra Rubio ahorita está recuperando su nombre, Alejandra está luchando por regresar bien, está luchando para que si alguien tiene algo que decir que lo demuestre y que ya paren, Alejandra Rubio está defendiéndose”, concluyó.
Hay que recordar que el 11 de febrero Alejandra Rubio Acle pidió por tiempo indefinido licencia al frente de la Secretaría de Movilidad, el permiso entró en vigor el pasado 15 de febrero. Esto se suscitó luego de la controversia que generó la instalación de los bolardos, y de que demandara a dos regidores.
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