Denuncian vecinos pestilencia de bodega de alimentos pecuarios en la colonia Resurgimiento

“Tengo vecinas que no abren las ventanas de sus casas por la pestilencia y a veces hasta les llega a doler la cabeza por el olor”

Belén Cancino

  · miércoles 17 de octubre de 2018

Foto: Julio César Martínez

Una bodega de alimentos pecuarios y una fábrica de compresores en la colonia Resurgimiento tiene a decenas de vecinos viviendo entre malos olores y contaminación.

A decir de Juan Carlos Domínguez, un hombre que vive desde hace 40 años en la zona, la casa habitación marcada con el número 621, en la calle 30 Norte, es el origen de una pestilencia que se extiende por varios metros a la redonda, incomodando a todos quienes viven a unos metros de ella.

Según él, desde principios de año el inmueble dejó de ser una propiedad familiar y se ha convertido en una bodega de costales que, presume, almacenan kilos y kilos de alimento para animales, pero clandestinamente, que son los causantes del mal olor.

La situación, acusó, molesta a decenas de vecinos pues no solo sufren por la peste a toda hora y todos los días, sino también porque lo anterior les ha provocado malestares físicos e incomodidades en sus propios hogares: “tengo vecinas que no abren las ventanas de sus casas por la pestilencia y a veces hasta les llega a doler la cabeza por el olor”, agregó.

Por si fuera poco, añadió, a menos de 100 metros, en la calle 8 Oriente 2803, Aire y Proceso Industrial S.A. de C.V., una fábrica de compresores, es otra fuente de contaminación en la colonia pues libera sustancias tóxicas como pintura, thinner y no dudó que otras sustancias más dañinas, como ácido clorhídrico y sulfúrico al aire libre.

En entrevista con El Sol de Puebla, Juan Carlos Domínguez señaló que este tipo de empresas deberían contar con cabinas de pintura, filtros y equipo para la filtración de este tipo de insumos; sin embargo, estimó, no las tienen o no las ocupan, pues ha visto los residuos ser emitidos a cielo abierto.

Finalmente, lamentó que aunque ha hecho las denuncias por ambas situaciones ante el Ayuntamiento de Puebla y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ninguna de las dos autoridades ha procedido en contra de la bodega de alimentos pecuarios y de la fábrica de compresores pues, según las autoridades, no encontraron irregularidades, aunque él no dudó de que pueda haber negligencia o corrupción en las inspecciones.