Los voluntarios de la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate K9 han trabajado en Puebla a lo largo de 50 años, entrenando a sus compañeros caninos para estar preparados ante cualquier emergencia o desastre en el que puedan ser de ayuda.
Actualmente esta asociación civil está conformada por 5 binomios de voluntarios y perros de distintas razas entrenados para encontrar a personas desaparecidas, cuerpos sin vida y osamentas, en terrenos de gran amplitud o difícil acceso para las personas.
Drako, un pastor belga malinois de 8 años de edad, es uno de los caninos más experimentados del grupo de voluntarios, pues desde los 4 meses de edad, ha permanecido a un lado de Alejandro Estupiña Cuevas, quien lo ha entrenado para trabajar en escombros, hacer rastreos, detección de cadáveres y osamentas.
El empeño de Drako ha dado frutos, de tal forma que localizó los cuerpos de las víctimas sepultadas por la cúpula de la iglesia de Atlixco colapsada tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Por su parte, Nayeli Benítez ha trabajado junto a Tisha de 2 años de edad y aunque esta pastor belga malinois aún es joven, ha ayudado a localizar dos cuerpos de personas desaparecidas, y otorgado rastros importantes para las investigaciones de la Fiscalía General del Estado, e incluso, recorrido el Iztaccíhuatl con el mismo fin.