Debido a la aportación económica de diferentes lectores de este medio, Dulce, de 7 años de edad, llegó hasta Veracruz, donde conoció el mar luego de que Verónica Aguilar, su madre, le había prometido llevarla por salir victoriosa de una operación en la que le extirparon un riñón.
Ambas agradecieron la voluntad de los ciudadanos, a quienes, de inicio, se les había pedido un “aventón” para llevarlas a que la niña conociera el mar.
Ambas estuvieron el fin de semana en la playa, haciendo una pausa en el empleo con el que sobreviven diariamente, que es cantar en el Mercado de El Carmen y en algunos modestos restaurantes, pues la mujer no tiene un empleo formal en el que le permitan estar todo el tiempo acompañada por Dulce.
La menor tiene hipertrofia renal compensadora, por lo que debe estar al cuidado de Verónica ya que sigue una dieta especial, con agua y vegetales abundantes.
Dulce, que acude a una escuela pública en el sur de la capital, recibió el apoyo de colaboradores del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Puebla, quienes hicieron una “vaquita” para ser parte de la causa y pagaron el viaje redondo por ADO más dos noches en el hotel Emporio con alimentos incluidos.
En tanto que la lectora María Amalia Loranca, y dos aportantes más (uno de ellos de Tlaxcala), que prefirieron reservar su identidad, realizaron otras contribuciones económicas que le fueron entregadas a Verónica Aguilar previo al viaje para otros gastos durante su estancia en Veracruz.