Por séptimo día consecutivo, estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) se manifestaron para exigir la devolución del campus al patronato que preside Margarita Jenkins de Landa y a la rectora interina, Cecilia Anaya Berríos; sin embargo, en esta ocasión lo hicieron tomando clases al aire libre.
Frente al campus, que mantiene su puerta principal abierta desde el pasado martes, los alumnos y docentes habilitaron aulas improvisadas con carpas, escritorios y butacas, a fin de retomar la actividad presencial y, sobre todo, ejercer presión para que las autoridades resuelvan el conflicto que les impide ingresar a las instalaciones.
Desde el jueves pasado fue posible observar a varios maestros impartiendo cátedra en las banquetas o áreas verdes aledañas a la UDLAP; sin embargo, el viernes comenzó la instalación de aulas improvisadas frente a la puerta principal y hoy se prevé que estas sean ocupadas en mayor medida.
El doctor Sánchez, quien es catedrático de la facultad de Química, llegó a las nueve de la mañana con su laptop y materiales para dar clases presenciales a algunos de sus estudiantes.
Visiblemente entusiasmado, preguntó a sus compañeros docentes cuál carpa podría ocupar y se dispuso a acomodar un pequeño escritorio y las butacas para recibir a sus alumnos, ya que es el primer día que asiste de forma presencial.
“Estamos haciendo lo que deberíamos hacer adentro (del campus) pero dadas las circunstancias creo que es lo mejor que podríamos hacer, hoy es mi primer día dando clases al aire libre (…) todos estamos conscientes de que deberíamos estar adentro, pero la situación es que no podemos ingresar hasta que se regrese el campus de manera legal”.
El profesor explicó que cada maestro está solventando los gastos de la red de internet para dar clases frente al campus, ya que solo algunos alumnos pueden acudir de forma presencial y a otros más los siguen atendiendo en línea.
Luis Roberto Montes, estudiante del área de medicina, dijo que varios de sus compañeros han solicitado a los maestros que acudan a darles clases en la vía pública, porque lo necesitan para mejorar su proceso de aprendizaje.
Aseguró que son casi 500 alumnos los que realizaron la solicitud y que estarían acudiendo en grupos reducidos y distintos horarios para ver a sus docentes de forma presencial y a la vez seguir ejerciendo presión para que las autoridades intervengan en la devolución legal de las instalaciones.
“Muchos chavos vienen a hacer exámenes o tareas, de hecho en el campamento hacemos tareas porque ese va a seguir de forma indefinida, todo esto es para presionar al gobierno del estado para que ya nos libere en campus y lo regrese a la rectora Anaya”.
A unos metros de las carpas en donde se echaron a andar las clases presenciales, es posible observar el campamento de los alumnos, en donde ya se instalaron sanitarios portátiles y un módulo en donde se reciben víveres y preparan alimentos para quienes se turnan y hacen guardia las 24 horas del día.
