Las máquinas de coser cambiaron la elaboración de trajes, los vestidos, camisas, sacos, para enfocarse por mayor tiempo en el uso de la tela quirúrgica de colores y crear cubre bocas, uno de los elementos de demanda por la contingencia del coronavirus.
El negocio familiar “El Señor de los hilos” decidió hacer frente a la crisis económica e innovar con la venta diaria de hasta mil cubre bocas. Su objetivo, es mantener este establecimiento con más de 50 años de existencia.
La idea fue de Rebeca Rodríguez, hija del dueño de la sastrería, quien consideró oportuno elaborar este instrumento de protección para el coronavirus para amortiguar la baja de ingresos por el trabajo de costura como lo son smoking, vestidos, chalecos, frack, entre otros.
Mientras coloca el resorte de tres hilos en el conocido pellón quirúrgico, la joven explicó que tuvo una asesoría de médicos y especialistas en la salud para crear un cubre bocas, que entre sus ventajas está que es re-utilizable, además de que la tela ha servido para las sábanas en hospitales.
Por su costo de dos pesos, la población compra piezas por pares o hasta para 50 personas, por tratarse para la distribución en empresas, con mayor número de trabajadores.
Este material es lavable. La gente puede lavarlo para usarlo por una semana. Tiene una cubierta plástica que ayuda a la protección. Mucha gente lo mete a hervir con agua para esterilizarlo (…) la población tiene miedo de contagiarse, por eso deciden comprarcomentó.
En el negocio se encuentra en la calle 49 Poniente esquina con Circuito Juan Pablo II, la joven explicó que cuando se dio la contingencia compraron un par de cubre bocas, cuyos costos superaron los 15 pesos.
Salimos a la calle y se nos hizo excesivo el precio de 5 o 10 pesos cada uno. Entonces, revisamos el material y vimos una oportunidad para darlos a un precio barato, obteniendo una pequeña ganancia. Nuestros clientes nos agradecen por no aprovecharnos de la contingencia
HAY ESCASES DE MATERIA PRIMA
Raúl Rodríguez Robles reiteró que su familia vende los cubre bocas a dos pesos, pues si bien es una ayuda para su economía, en realidad no buscan lucrar vendiéndolo a un alto costo.
Asimismo, comentó que no se está escaseando la materia prima, que es la tela del material quirúrgico, incluso, que ya no hay venta por rollo: “Ahora el problema es que en los almacenes ya no hay tela”.
La venta de cubre bocas empezó la semana pasada y uno de los mayores clientes son de farmacias de la zona sur de la capital: “Yo no doy precios por mayoreo o menudeo, lo único que pensamos es en sacar los recursos del material”.
El dueño de “El Señor de los hilos” confió que la venta de este producto, de manera temporal, le ayude a sacar adelante la renta del local, los pagos de la electricidad, otros impuestos y principalmente, recursos para la alimentación.
La gente se siente más seguro usando un cubre bocas, nosotros desde la entrada damos gel anti bacterial. En los negocios chicos como nosotros no podemos cerrar, tenemos que trabajar porque tenemos que pagar la renta, la luz, los servicios
“El Señor de los hilos” se constituyó hace más de 50 años, en sus inicios estuvo en el centro histórico en la calle 2 Sur número 709, después en Prados Agua Azul y actualmente se ubica en la esquina de la 49 Poniente con el circuito Juan Pablo II.
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